Oración de común Acuerdo “Victoria sobre el Coronavirus”

Pastor George Pearsons

Padre, en el Nombre de Jesús, nos unimos para ponernos de común acuerdo con la Palabra Viviente de Dios. Jesús dijo en Juan 16:23 (AMPC): «Les aseguro, con máxima solemnidad les digo, que Mi Padre les concederá lo que pidan en Mi Nombre». Él dijo en Marcos 11:24 (AMPC): «Lo que sea que pidan en oración, crean (confíen y tengan confianza) que se les otorga, y lo obtendrán»

Con respecto a nuestro pacto de salud y bienestar, nos mantenemos firmes creyendo en el Salmo 103:1-5.

«¡Bendice, alma mía, al SEÑOR! ¡Bendiga todo mi ser su santo nombre! ¡Bendice, alma mía, al Señor, y no olvides ninguna de sus bendiciones! El Señor perdona todas tus maldades, y sana todas tus dolencias. El Señor te rescata de la muerte, y te colma de favores y de su misericordia. El Señor te sacia con los mejores alimentos para que renueves tus fuerzas, como el águila.»

Somos sanados y hechos plenos en el Nombre de Jesús. Nuestras familias caminan en perfecta salud. Oramos por todos los que han sido afectados por este virus y creemos por su liberación. ¡Gracias Señor por nuestra buena salud!

Con respecto a nuestro pacto de protección contra la enfermedad, nos mantenemos firmes creyendo en el Salmo 91:10.

«No te sobrevendrá ningún mal, ni plaga alguna tocará tu casa.»

Estamos protegidos de todos los efectos del Coronavirus. Tomamos nuestra autoridad en Cristo sobre esa enfermedad en este mismo momento. No nos tocará, ni a nosotros ni a ninguna de nuestras familias. Dios ha exaltado a Jesús, y le dio un Nombre que es sobre todo nombre, para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la Tierra, y debajo de la Tierra (Filipenses 2:9,10).

CoronaVirus: tienes un nombre. Inclina tu rodilla ante el Nombre que está sobre todo nombre: ¡el Nombre de Jesús! ¡Gracias Señor por nuestra protección contra la enfermedad!

Con respecto a nuestro pacto de provisión, nos mantenemos firmes en Filipenses 4:19.

«Así que mi Dios suplirá todo lo que les falte, conforme a Sus riquezas en gloria en Cristo Jesús.»

Creemos unidos que Dios es la fuente de todo lo que necesitamos durante este tiempo. Él es nuestro proveedor y Quien nos suple. No tendremos escasez financiera ni de ninguna otra naturaleza. ¡Gracias Señor por suplir todo lo que necesitamos!

Con respecto a nuestro pacto de libertad del temor, nos mantenemos firmes en 2 Timoteo 1:7.

«Porque no nos ha dado Dios un espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio.»

Nos negamos a temer. Nos negamos a entrar en pánico. Nos negamos a preocuparnos. Depositamos todo el cuidado y la ansiedad de esta situación sobre ti, porque Tú cuidas de nosotros (1 Pedro 5:7). ¡Gracias Señor por nuestra libertad del miedo!

Con respecto a nuestro gobierno y los gobiernos mundiales, nos mantenemos firmes en 1 Timoteo 2:1-3.

«Ante todo, exhorto a que se hagan rogativas, oraciones, peticiones y acciones de gracias por todos los hombres; por los reyes y por todos los que ocupan altos puestos, para que vivamos con tranquilidad y reposo, y en toda piedad y honestidad.»

Oramos por el Presidente de nuestro país: Andrés Manuel López Obrador, los líderes mundiales y todos aquellos en autoridad para que caminen en el más alto grado de la sabiduría de Dios. Oramos por los profesionales médicos, funcionarios de salud pública, socorristas y todos los involucrados en esta situación.

Con respecto a un mover de Dios a nivel mundial:

Porque es la voluntad de Dios que todos los hombres sean salvos. Y debido a que se ha abierto una puerta global, pedimos un mover del Espíritu de Dios en todo el mundo. Oramos por un Despertar en cada nación a nuestro Poderoso Salvador y Compasivo Sanador. Como resultado, esperamos que todos los hombres conozcan y declaren que ¡Jesús es el Señor!

Por lo tanto declaramos…

TENEMOS LA VICTORIA SOBRE EL CORONAVIRUS EN EL NOMBRE DE JESÚS

ATAMOS A SATANÁS Y A TODAS SUS FUERZAS, DEJANDOLOS SIN AYUDA.

LIBERAMOS A NUESTROS ÁNGELES PARA QUE VAYAN Y MINISTREN A NUESTRO FAVOR.

SOMOS SANADOS, PROTEGIDOS, PRÓSPERADOS Y LIBRES DE TODO TEMOR.

APLICAMOS LA SANGRE DE JESÚS SOBRE NUESTRAS VIDAS.

¡VENCEMOS POR LA SANGRE DEL CORDERO Y LA PALABRA DE NUESTRO TESTIMONIO, EN EL PODEROSO NOMBRE DE JESÚS! ¡AMÉN!