Conferencias del Reino / Viernes

Apóstol Ernesto Polanco

«Bendice, alma mía, a Jehová, Y bendiga todo mi ser su santo nombre. Bendice, alma mía, a Jehová, Y no olvides ninguno de sus beneficios. Él es quien perdona todas tus iniquidades, El que sana todas tus dolencias; El que rescata del hoyo tu vida, El que te corona de favores y misericordias; El que sacia de bien tu boca De modo que te rejuvenezcas como el águila». Salmos 103:1-5

El milagro no sucede donde es necesitado sino donde es esperado. «Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová». Isaías 55:8 No limiten a Dios.

«Mi pueblo fue destruido, porque le faltó conocimiento». La única manera de obtener conocimiento es por la Palabra de Dios.

«Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas». Génesis 1:2 Dios decidió ordenar la tierra. Dios hizo al hombre a su imagen y semejanza y le dio autoridad sobre todo lo creado.

Jesús sana al siervo de un centurión.

«Entrando Jesús en Capernaum, vino a él un centurión, rogándole, y diciendo: Señor, mi criado está postrado en casa, paralítico, gravemente atormentado. Y Jesús le dijo: Yo iré y le sanaré. Respondió el centurión y dijo: Señor, no soy digno de que entres bajo mi techo; solamente di la palabra, y mi criado sanará. Porque también yo soy hombre bajo autoridad, y tengo bajo mis órdenes soldados; y digo a este: Ve, y va; y al otro: Ven, y viene; y a mi siervo: Haz esto, y lo hace. Al oírlo Jesús, se maravilló, y dijo a los que le seguían: De cierto os digo, que ni aun en Israel he hallado tanta fe. Y os digo que vendrán muchos del oriente y del occidente, y se sentarán con Abraham e Isaac y Jacob en el reino de los cielos; mas los hijos del reino serán echados a las tinieblas de afuera; allí será el lloro y el crujir de dientes. Entonces Jesús dijo al centurión: Ve, y como creíste, te sea hecho. Y su criado fue sanado en aquella misma hora». Mateo 8:5-13

Nosotros tenemos esa convicción, garantía, que si declaramos la Palabra, y alguien más está de acuerdo con usted las cosas suceden. El milagro no sucede donde es necesitado sino donde es esperado

«No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia». Isaías 41:10

«Porque yo Jehová soy tu Dios, quien te sostiene de tu mano derecha, y te dice: No temas, yo te ayudo». Isaías 41:13 Dios nos sostiene. Ninguna arma forjada contra ti prosperará, y condenarás toda lengua que se levante contra ti en juicio. Esta es la herencia de los siervos de Jehová, y su salvación de mí vendrá, dijo Jehová». Isaías 54:17

Cuando vinieron las plagas a Egipto, las langostas se comieron toda la cosecha pero en la tierra de Gosén ninguna langosta entro. Oiga lo que oiga usted este tranquilo, Dios está contigo.

«Pero clamaron a Jehová en su angustia, Y los libró de sus aflicciones. Envió su palabra, y los sanó, Y los libró de su ruina». Salmos 107:20

«Yo soy Jehová tu Dios, Que te hice subir de la tierra de Egipto; Abre tu boca, y yo la llenaré». Salmos 81:10

«E invócame en el día de la angustia; Te libraré, y tú me honrarás». Salmos 50:15

«No te desampararé, ni te dejaré; 6 de manera que podemos decir confiadamente: El Señor es mi ayudador; no temeré Lo que me pueda hacer el hombre». Hebreos 13:5-6

Dios quiere que nosotros aprendamos a entender este concepto, ver el mundo espiritual que es mas superior y poderoso que este mundo natural.

Yo soy hecho a imagen y semejanza de Dios”.

«Porque ya conocéis la gracia de nuestro Señor Jesucristo, que por amor a vosotros se hizo pobre, siendo rico, para que vosotros con su pobreza fueseis enriquecidos». 2 Corintios 8:9

«Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia, a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo suficiente, abundéis para toda buena obra; como está escrito: Repartió, dio a los pobres; Su justicia permanece para siempre». 2 Corintios 9:8-9

«Jehová es la porción de mi herencia y de mi copa; Tú sustentas mi suerte». Salmos 16:5 ¿Qué les parece si la reclamamos?

El que siembra cosecha.

La Biblia es el único libro que nos permite conocer el corazón de Dios.

«El principio de la sabiduría es el temor de Jehová; Los insensatos desprecian la sabiduría y la enseñanza». Proverbios 1:7

«He aquí os doy potestad de hollar serpientes y escorpiones, y sobre toda fuerza del enemigo, y nada os dañará». Lucas 8:49

La mujer del flujo de sangre sabia que ese día era el día de su milagro. ¿Cuántos de ustedes necesitan tocar solamente el borde de Jesucristo? Jesús le dijo a esta mujer: Hija, tu fe te ha salvado; ve en paz.

«Estaba hablando aún, cuando vino uno de casa del principal de la sinagoga a decirle: Tu hija ha muerto; no molestes más al Maestro. Oyéndolo Jesús, le respondió: No temas; cree solamente, y será salva». Lucas 8:49-50

«Entrando en la casa, no dejó entrar a nadie consigo, sino a Pedro, a Jacobo, a Juan, y al padre y a la madre de la niña. Y lloraban todos y hacían lamentación por ella. Pero él dijo: No lloréis; no está muerta, sino que duerme. Y se burlaban de él, sabiendo que estaba muerta. Mas él, tomándola de la mano, clamó diciendo: Muchacha, levántate. Entonces su espíritu volvió, e inmediatamente se levantó; y él mandó que se le diese de comer. 56 Y sus padres estaban atónitos; pero Jesús les mandó que a nadie dijesen lo que había sucedido». Lucas 8:51-55

La fe le hace ver que el asunto suyo ya está arreglado, aunque los cinco sentidos le hagan ver que no, ahí está la guerra entre lo natural y lo espiritual.

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