Los demonios tiemblan

Apóstol Jesus Tax:

En los últimos 15 años hemos visto el gran desarrollo de la tecnología de la comunicación, gracias a que Dios ha permitido este avance muchas personas han despertado el talento en dones para establecer lo que hoy conocemos como “las redes sociales”, diversas plataformas que hay para que la Iglesia tenga la facilidad de comunicar el Evangelio. «Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin». Mateo 24:14 Quiere decir que estamos en los tiempos ya del regreso de nuestro Señor Jesucristo “el rapto de la Iglesia”.

La Biblia nos enseña que en la tierra hay seres vivos: Los seres humanos (nosotros las personas que tenemos un cuerpo de carne) y los animales, también hay otro grupo de personas que están en el planeta tierra que no tienen cuerpo y que pocos conocen, se les llaman “demonios”. La única diferencia entre los demonios y nosotros es el cuerpo de carne y hueso, Dios nos puso un traje especial de la tierra, nosotros hemos nacido a través del vientre de nuestra madre de la forma legal de entrar al planeta tierra. Cuando Adán y Eva fueron creados ya toda la necesidad del hombre estaba suplida, si hay alguna necesidad debemos ir al creador (al Padre, fuente de toda bendición), el camino es Jesucristo, y el Espíritu Santo está en el planeta tierra para ayudarnos a llegar a Cristo y al Padre.

Los demonios son “personas” que no tienen cuerpo. Una persona se manifiesta en su alma, toma decisiones, piensa, habla, tiene sentimientos, llora, ríe, se violenta. Los demonios no los vemos, se mueven en el mundo invisible “mundo espiritual”. Ningún ser humano puede identificar demonios hasta que acepta a Jesucristo como Señor y Salvador, porque el fue el único comisionado en el planeta tierra para destruir los demonios, hoy el Señor nos ha dado a su Iglesia los dones necesarios para movernos en el mundo espiritual, nos movemos en fe. «Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve». Hebreos 11:1 Las personas que caminan en el mundo natural no pueden ver demonios por eso se necesita la Iglesia como luz en la tierra donde hay tantas tinieblas para ayudar a los que no son cristianos.

Satanás sabe que le queda poco tiempo, sabe que Jesucristo regresará por eso está trayendo el mayor ataque al mundo entero, las noticias hablan de la obra del diablo (violencia, guerras, problemas económicos, sociales, políticos), también Dios está sacudiendo el planeta por medio de los cuatro elementos de la naturaleza (aire, fuego, tierra y agua).

Dios asigna territorios

Abraham fue llamado por Dios y la bendición tenía que ver con una asignación territorial. «Pero Jehová había dicho a Abram: Vete de tu tierra y de tu parentela, y de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré». Génesis 12:1 Mesopotamia (Irak) era el territorio donde habitaba Abraham, tierra fértil, tierra de idolatría, y por la idolatría viene las ruina económicas, la familia de Abraham adoraban a la luna, los astros.

Dios le dijo: Tienes salir de tu familia y de la tierra que estaba bajo maldición por la idolatría, y ye moverás a una tierra que yo te mostraré. Abraham salió sin saber a donde iba (fe), él oyó la voz de Dios, creyó y obedeció. A partir de la santidad (apartarse del pecado) obedeciendo las instrucciones de Dios Abraham fue prosperando en el camino. «Subió, pues, Abram de Egipto hacia el Neguev, él y su mujer, con todo lo que tenía, y con él Lot. Y Abram era riquísimo en ganado, en plata y en oro». Génesis 13:1-2 La obedencia a la Palabra de Dios nos lleva a la prosperidad.

Tienes que orar por la nación que Dios te ha asignado porque es donde Él te hará prosperar. Este es el año de prosperidad, luz, restauración, bendición para los que caminan en fe. «Te abrirá Jehová su buen tesoro, el cielo, para enviar la lluvia a tu tierra en su tiempo, y para bendecir toda obra de tus manos. Y prestarás a muchas naciones, y tú no pedirás prestado». Deuteronomio 28:12

Dios determina la vida y la muerte. «Hijos, obedeced en el Señor a vuestros padres, porque esto es justo. Honra a tu padre y a tu madre, que es el primer mandamiento con promesa; para que te vaya bien, y seas de larga vida sobre la tierra». Efesios 6:1-3 Dios te favorecerá con gracia. «Los días de nuestra edad son setenta años; Y si en los más robustos son ochenta años». Salmos 90:10 Al tiempo de hoy conocemos jóvenes muriendo por diversas enfermedades, los demonios saben quien viola los mandamientos de Dios, quien no honra a sus padres.

Dios bendice toda obra de tus manos en lo natural y en lo espiritual. El Señor Jesús enseño estos dos tipos de trabajo, él trabajó como carpintero para alimentar a su familia, y a los 30 años comenzó el trabajo de lo espiritual. «Trabajad, no por la comida que perece, sino por la comida que a vida eterna permanece, la cual el Hijo del Hombre os dará; porque a éste señaló Dios el Padre». Juan 6:27 El verdadero trabajo de todo cristiano, trabajar por aquellas almas que hay que ganar para Cristo. ¿Por qué se les dificulta a algunas personas hablar de Jesucristo? Por los demonios, ellos trataran de endurecer el corazón de la persona o desanimarte.

«Porque he descendido del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me envió. Y esta es la voluntad del Padre, el que me envió: Que de todo lo que me diere, no pierda yo nada, sino que lo resucite en el día postrero». Juan 6:38-39 «no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca». Hebreos 10:25

Temblarán los demonios

Este es el tiempo en que los demonios están temblando de miedo ante la manifestación de los santos de Dios. «Y acontecerá que el que huyere de la voz del terror caerá en el foso; y el que saliere de en medio del foso será preso en la red; porque de lo alto se abrirán ventanas, y temblarán los cimientos de la tierra». Isaías 24:18 Debemos ubicamos en está verdad, Cristo viene por una Iglesia poderosa que está trabajando, aplastando demonios. «Tú crees que hay un solo Dios, y en esto haces bien; pero los demonios también lo creen, y tiemblan de miedo». Santiago 2:19 DHH

Estamos en la recta final al rapto de la Iglesia, y los profetas están profetizando el derramamiento del Espíritu Santo, y el Espíritu Santo trae el el poder de Dios a la Iglesia verdadera, por eso los demonios están temblando lleno de miedo. El miedo es una emoción alterada ante una amenaza o peligro.

El miedo paraliza, el diablo a ido trabajando en el alma, es su taller, es su laboratorio pero el Espíritu Santo nos muestra que todo que el ha estado usando no es más que para el. Ejemplo de Amán, hombre malo y perverso que quería destruir a la nación de Israel, mandó hacer una horca para matar al tío de la reina Ester. ¿Quién termino siendo ahorca? Amán. Los demonios están temblando de miedo porque conocen las Escrituras.

«Miedo y hoyo y lazo contra ti, oh morador de Moab, dice Jehová». Jeremías 48:43 Moab descendencia de la relación Lot con sus hijas, viene de una linea genética de impiedad, de maldad. Los demonios buscando donde está la impiedad, el pecado. «El que huyere del miedo caerá en el hoyo, y el que saliere del hoyo será preso en el lazo; porque yo traeré sobre él, sobre Moab, el año de su castigo, dice Jehová». Jeremías 48:44 Jesucristo pagó el precio de tu libertad para caminar en el poder Su resurrección para ser guiados por el Espíritu Santo, nuestro trabajo es reprender los demonios. Ellos han usando el miedo para paralizar a muchos cristianos, han trabajado en diversas denominaciones religiosas. La Biblia dice que cuando el demonio sale de una persona andan desesperado buscando como regresar, y si encuentra la casa vacía (si la persona no se llena del Espíritu Santo) los demonios entraran con 7 más, y el estado postrero será peor que el primero.

Carta de Santiago, Nuevo Testamento

Santiago el hermano del Señor Jesús, se cree que el se convirtió después de la muerte de Jesucristo en la cruz, formo parte de los 120 esperando la promesa de Dios el Padre, fue llamado a ser el pastor de la Iglesia en Jerusalén.

«Hermanos míos, ¿de qué aprovechará si alguno dice que tiene fe, y no tiene obras? ¿Podrá la fe salvarle?». Santiago 2:14 La salvación es por fe y no por obras, pero ya siendo cristianos tenemos que hacer obras. Jesucristo en el rapto vendrá a recompensarnos por las obras, las obras parten de la fe, estas van de la mano.

Después de recibir la enseñanza Dios te estará probando para ver si ponemos por obra la Palabra, reprender los demonios es obra de fe. Dios está levantando hombres para enseñar acerca del mundo espiritual, donde está la oración se levanta un muro de protección y no hay demonio que pueda perturbarte, desde temprano reprendamos espíritus de la noche, del día, no te duermas sin antes cubrirte con la sangre de Cristo porque hay demonios que pueden estar siendo enviados por brujos, hechiceros, santeros, espiritista, satanistas.

Los demonios son reales pero la verdad es que la Iglesia cristiana es la que la tiene la asignación de autoridad contra ellos. Si los demonios andan sueltos es porque los demonios no están cumpliendo su llamado, su propósito.

«Y si un hermano o una hermana están desnudos, y tienen necesidad del mantenimiento de cada día, y alguno de vosotros les dice: Id en paz, calentaos y saciaos, pero no les dais las cosas que son necesarias para el cuerpo, ¿de qué aprovecha? Así también la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma». Santiago2:15-17 Antes nosotros en el pecado éramos muertos espiritualmente en nuestros delitos y pecados, pero hoy algunos cristianos caminan también en muerte porque no ponen por obra su fe. «¿No fue justificado por las obras Abraham nuestro padre, cuando ofreció a su hijo Isaac sobre el altar? ¿No ves que la fe actuó juntamente con sus obras, y que la fe se perfeccionó por las obras? Vosotros veis, pues, que el hombre es justificado por las obras, y no solamente por la fe». Santiago 2:21-22, 24

Un hombre que puso su corazón en las riquezas

«También les refirió una parábola, diciendo: La heredad de un hombre rico había producido mucho. Y él pensaba dentro de sí, diciendo: ¿Qué haré, porque no tengo dónde guardar mis frutos? Y dijo: Esto haré: derribaré mis graneros, y los edificaré mayores, y allí guardaré todos mis frutos y mis bienes; y diré a mi alma: Alma, muchos bienes tienes guardados para muchos años; repósate, come, bebe, regocíjate. Pero Dios le dijo: Necio, esta noche vienen a pedirte tu alma; y lo que has provisto, ¿de quién será?». Lucas 12:16-20 Este hombre cuando tenia todo acumulado creyó que iba a gozar, fue cuando Dios le dijo: Ya Satanás ha pedido tu alma.

4 Verdades que debemos conocer, ¿Por qué tiemblan los demonios?

  1. Tiemblan ante el nombre de Jesús.
  2. Tiemblan ante la presencia de Jesús en la vida de un cristiano.
  3. Tiemblan y obedecen a la reprensión de los cristianos.
  4. Tiemblan al saber su destino final en el lago de fuego.

1. Tiemblan ante el nombre de Jesús.

A. Jesús nos dio su nombre

«En aquel día no me preguntaréis nada. De cierto, de cierto os digo, que todo cuanto pidiereis al Padre en mi nombre, os lo dará. Hasta ahora nada habéis pedido en mi nombre; pedid, y recibiréis, para que vuestro gozo sea cumplido». Juan 16:23-24 (Juan 16:26-28)

El diablo quiere cerrar tu boca. «Yo dije: Atenderé a mis caminos, Para no pecar con mi lengua; Guardaré mi boca con freno, En tanto que el impío esté delante de mí». Salmos 39:1 El diablo quiere que tu hables mal, que te quejes, que solo hables el problema, lo que ven tus ojos en el mundo natural, te llenas de las malas noticias del mundo y hablas tragedia, muerte, enfermedades. Debemos hablar de Jesús el único que puede ayudar a toda persona, hay demonios que están asecho a nuestra boca y en la medida que hables mal quedas atrapado.

B. En el Nombre de Jesús echamos fuera demonios

«Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado. Y estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas; tomarán en las manos serpientes, y si bebieren cosa mortífera, no les hará daño; sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán». Marcos 16:15-18

2. Tiemblan ante la presencia de Jesús en la vida de un cristiano(a).

A. Presencia de Jesús en La Gran Comisión

«Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén». Mateo 28:18–20 (Éxodo 33: 14)

«Aunque ande en valle de sombra de muerte, No temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; Tu vara y tu cayado me infundirán aliento». Salmos 23:4 No debemos temer porque el Señor camina con nosotros reprendamos el miedo, las obras de las tinieblas. Cuando Jesús iba al otro lado del mar de Galilea, la Biblia dice que Jesús dormía y en medio de la noche se levanto un huracán, los discípulos tuvieron miedo y pensaron en muerte, acudieron a Jesús, él se puso de pie y reprendió las aguas y el viento, y todo quedó completamente tranquilo. Jesucristo actuó (fe y obras), el les dijo a sus discípulos: Hombres de poca fe (porque no pusieron la fe por obra). El diablo tiene miedo a ser reprendido por un cristiano (Santiago 2:19).

«Por esto, mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para airarse; porque la ira del hombre no obra la justicia de Dios». Santiago 1:19-20 «Pero sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos». Santiago 1:22

B. La presencia de Jesús en el apóstol Pablo

Los demonios temblarán ante tu presencia, no por ti mismo sino por la presencia de Jesús en ti. «Pero algunos de los judíos, exorcistas ambulantes, intentaron invocar el nombre del Señor Jesús sobre los que tenían espíritus malos, diciendo: Os conjuro por Jesús, el que predica Pablo. Había siete hijos de un tal Esceva, judío, jefe de los sacerdotes, que hacían esto. Pero respondiendo el espíritu malo, dijo: A Jesús conozco, y sé quién es Pablo; pero vosotros, ¿quiénes sois? Y el hombre en quien estaba el espíritu malo, saltando sobre ellos y dominándolos, pudo más que ellos, de tal manera que huyeron de aquella casa desnudos y heridos». Hechos 19:13-16

3. Tiemblan y obedecen a la reprensión de los cristianos

A. Jesús dio autoridad sobre los demonios.

«Habiendo reunido a sus doce discípulos, les dio poder y autoridad sobre todos los demonios, y para sanar enfermedades. Y los envió a predicar el reino de Dios, y a sanar a los enfermos». Lucas 9:1-2 «He aquí os doy potestad de hollar serpientes y escorpiones, y sobre toda fuerza del enemigo, y nada os dañará». Lucas 10:19 Jesucristo dijo: «Pero si yo por el Espíritu de Dios echo fuera los demonios, ciertamente ha llegado a vosotros el reino de Dios». Mateo 12:28 Estamos para establecer el reino de Dios.

Un día Jesucristo mandó a predicar a 70 discípulos, y regresaron con gozo porque conocieron que tenían el poder para echar fuera demonios. Para reprender tenemos que tener la llenura del Espíritu Santo “el poder” y estar en santidad.

Las Escrituras nos enseñan que nunca podemos ser destruidos. «Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la excelencia del poder sea de Dios, y no de nosotros, que estamos atribulados en todo, mas no angustiados; en apuros, mas no desesperados; perseguidos, mas no desamparados; derribados, pero no destruidos». 2 Corintios 4:7-9

B. Dios manda a reprender demonios.

«Y no participéis en las obras infructuosas de las tinieblas, sino más bien reprendedlas». Efesios 5:11

C. El apóstol Pablo reprende un espíritu de adivinación.

«Aconteció que mientras íbamos a la oración, nos salió al encuentro una muchacha que tenía espíritu de adivinación, la cual daba gran ganancia a sus amos, adivinando. Esta, siguiendo a Pablo y a nosotros, daba voces, diciendo: Estos hombres son siervos del Dios Altísimo, quienes os anuncian el camino de salvación. Y esto lo hacía por muchos días; mas desagradando a Pablo, éste se volvió y dijo al espíritu: Te mando en el nombre de Jesucristo, que salgas de ella. Y salió en aquella misma hora.». Hechos 16:16-18

D. Los demonios huyen de un verdadero cristiano.

«Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros». Santiago 4:7 Nosotros no debemos de huir, Dios se glorifica cuando aplicamos su Palabra en nuestras vidas.

4. Tiemblan al saber su destino final en el lago de fuego

A. Los demonios saben que Jesús vino a destruirlos.

«Pero había en la sinagoga de ellos un hombre con espíritu inmundo, que dio voces, diciendo: ¡Ah! ¿qué tienes con nosotros, Jesús nazareno? ¿Has venido para destruirnos? Sé quién eres, el Santo de Dios. Pero Jesús le reprendió, diciendo: ¡Cállate, y sal de él!». Marcos 1:23-25

B. Los demonios saben cual será su final junto con su jefe el diablo.

«Y el diablo que los engañaba fue lanzado en el lago de fuego y azufre, donde estaban la bestia y el falso profeta; y serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos». Apocalipsis 20:10 (Apocalipsis 20:14-15)

Los demonios saben

  1. SABEN que son minoría. Cuando cayo Satanás del cielo solamente se trajo la tercera parte de los ángeles. Ejemplo de Eliseo «Y oró Eliseo, y dijo: Te ruego, oh Jehová, que abras sus ojos para que vea. Entonces Jehová abrió los ojos del criado, y miró; y he aquí que el monte estaba lleno de gente de a caballo, y de carros de fuego alrededor de Eliseo». 2 Reyes 6:17
  2. SABEN que no tienen poder con la Iglesia. El poder lo tiene la Iglesia. «pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra». Hechos 1:8
  3. SABEN que tienen que obedecer la Palabra hablada.
  4. SABEN que la Iglesia es VICTORIOSA cuando actúa.

5. Todo verdadero cristiano es un vencedor de demonios que será recompensado

«He aquí yo vengo pronto, y mi galardón conmigo, para recompensar a cada uno según sea su obra. Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin, el primero y el último. Bienaventurados los que lavan sus ropas, para tener derecho al árbol de la vida, y para entrar por las puertas en la ciudad». Apocalipsis 22:12–14

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