La Resurrección de Jesucristo el Evangelio de los Siglos

Apóstol Jesus Tax:

Dios se ha manifestado en tres personas. «Porque tres son los que dan testimonio en el cielo: el Padre, el Verbo y el Espíritu Santo; y estos tres son uno». 1 Juan 5:7 Hace XXI siglos Dios el Padre envió a su Hijo a la tierra con el propósito de salvar a toda la humanidad porque la muerte había entrado por la desobediencia al mandamiento de Dios. «Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro». Romanos 6:23 Jesucristo es la demostración del amor en su muerte en la cruz, ahí derrotó para siempre a Satanás el diablo, el que causo los males desde Adán y Eva. Cristo se levantó en victoria, su evidencia fue la resurrección.

Jesucristo vino a enfrentarse a Satanás, en el siguiente versículo está hablando de lo que sucedería en la cruz del Calvario. «Ahora es el juicio de este mundo; ahora el príncipe de este mundo será echado fuera». Juan 12:31. ¿Que hay en el mundo, y quien es el príncipe de este mundo?

«No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él. Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo. Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre». 1 Juan 2:15-17 Así fue atrapada Eva, sucumbio ante la tentación del diablo. Adán cayó obedeciendo la voz de su mujer, ambos cayeron en pecado.

Las áreas de tentación:.

  1. Los deseos de la carne: La concupiscencia, la lujuria, deseos inmoderados, masturbación, fornicación, adulterio, perversión sexual, pornografía.
  2. Los deseos de los ojos: Codicia, avaricia, riquezas de este mundo.
  3. La vanagloria de la vida: Orgullo, vanidad.

El diablo sabe donde está la debilidad del hombre aquí en la tierra, a esto vino Jesucristo a deshacer las obras del diablo (1 Juan 3:8), Jesús fue tentado en todo pero no cayó (Hebreos 2:15), hoy es nuestro sumo sacerdote que se compadece de nosotros en nuestras debilidades. Cuando estemos siendo atacados por la tentación debemos acudir a él, el único que ha vencido la tentación. «Y yo, si fuere levantado de la tierra, a todos atraeré a mí mismo». Juan 12:32 Tenemos que conocer y hablar de la resurrección de Jesucristo.

Cuando Dios instituyo la pascua tenia que ver con un cordero que tenia que ser sacrificado para ser comido. «Yo soy el pan vivo que descendió del cielo; si alguno comiere de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo daré es mi carne, la cual yo daré por la vida del mundo». Juan 6:51 Cuando estamos escuchando la predicación de la Palabra nuestro espíritu se está alimentando para que cuando venga el tentador podamos resistir. «Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros». Santiago 4:7 El cristiano no debe huir sino el diablo.

Cristo es vida y no muerte, la muerte es un adversario del cristiano y debemos reprenderla para que el diablo no tome ventaja con el miedo a morir. Jesucristo en el Huerto de Getsemaní les dijo a sus discípulos que tenían que a orar porque el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil. «Porque preciso es que él reine hasta que haya puesto a todos sus enemigos debajo de sus pies. Y el postrer enemigo que será destruido es la muerte». 1 Corintios 15:25-26

El final de la muerte

Durante la transformación de nuestro cuerpo, promesa dada a la ultima generación de la Iglesia, se le conoce como el Rapto o Arrebatamiento de la Iglesia. «Pero esto digo, hermanos: que la carne y la sangre no pueden heredar el reino de Dios, ni la corrupción hereda la incorrupción. He aquí, os digo un misterio: No todos dormiremos; pero todos seremos transformados, en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta; porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados. Porque es necesario que esto corruptible se vista de incorrupción, y esto mortal se vista de inmortalidad. Y cuando esto corruptible se haya vestido de incorrupción, y esto mortal se haya vestido de inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra que está escrita: Sorbida es la muerte en victoria». 1 Corintios 15:50-54 Estaremos reprendiendo la muerte hasta que Cristo nos arrebate al cielo.

«¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón? ¿Dónde, oh sepulcro, tu victoria?». 1 Corintios 15:55 Ese aguijón que puede ser una enfermedad crónica, estamos luchando aquí en la tierra. Por eso Jesucristo resucitó para darnos victoria sobre la muerte.

Durante la Pascua la Biblia nos dice que tenían que poner la sangre en la puerta de la casa, el ángel de la muerte iba a pasar, y donde viera la sangre pasaría de largo. Dentro del hogar que estaba cubierto con la sangre había comida, gozo, alegría. La sangre nos cubre y nos protege, todos los días cúbrete con la sangre de Cristo Jesús.

«Hijo mío, está atento a mis palabras; Inclina tu oído a mis razones. No se aparten de tus ojos; Guárdalas en medio de tu corazón; Porque son vida a los que las hallan, Y medicina a todo su cuerpo. Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; Porque de él mana la vida». Proverbios 4:20-23 La Palabra de Dios es medicina pero será efectiva si la aplicamos y no las tomamos, sino lo haces, ¿Cómo recibiremos la bendición de Dios?

Cristo iba a sustituirnos en la muerte de cruz porque nosotros merecíamos morir por el pecado.«Yo soy el pan vivo que descendió del cielo; si alguno comiere de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo daré es mi carne, la cual yo daré por la vida del mundo». Juan 6:51 «Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros». Romanos 5:8

El evangelio se recibe y se vive perseverando

«Además os declaro, hermanos, el evangelio que os he predicado, el cual también recibisteis, en el cual también perseveráis; por el cual asimismo, si retenéis la palabra que os he predicado, sois salvos, si no creísteis en vano. Porque primeramente os he enseñado lo que asimismo recibí: Que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras; y que fue sepultado, y que resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras». 1 Corintios 15:1-4

Los días relevantes: Del 14 al 17 de Nisán

Jesucristo dio la señal evidente del tiempo de la resurrección. «Entonces respondieron algunos de los escribas y de los fariseos, diciendo: Maestro, deseamos ver de ti señal. El respondió y les dijo: La generación mala y adúltera demanda señal; pero señal no le será dada, sino la señal del profeta Jonás. Porque como estuvo Jonás en el vientre del gran pez tres días y tres noches, así estará el Hijo del Hombre en el corazón de la tierra tres días y tres noches». Mateo 12:38-40

«Desde entonces comenzó Jesús a declarar a sus discípulos que le era necesario ir a Jerusalén y padecer mucho de los ancianos, de los principales sacerdotes y de los escribas; y ser muerto, y resucitar al tercer día». Mateo 16:21 La obra de Cristo en la cruz termina al tercer día. Al tercer día resucitaría, sería la evidencia que había derrotado a la muerte y al diablo.

1. La Iglesia predica la resurrección de Cristo.

«Pero si se predica de Cristo que resucitó de los muertos, ¿cómo dicen algunos entre vosotros que no hay resurrección de muertos?». 1 Corintios 15:12

2. La resurrección de Cristo es primicia de los que resucitarán en su venida (El Rapto).

Dios prometió que la muerte sería transitoria, la promesa es la resurrección. Nuestra identidad es Cristo en su vida resucitada, para que está se manifieste tenemos que caminar como dice Gálatas 2:20 «Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí». Comenzamos a dar testimonio que ya no tenemos que ver con el mundo desde el bautismo en agua donde decidimos servirle al Señor, y participando de la Santa Cena “memorial de la victoria de Cristo sobre el diablo”.

«Mas ahora Cristo ha resucitado de los muertos; primicias de los que durmieron es hecho. Porque por cuanto la muerte entró por un hombre, también por un hombre la resurrección de los muertos. Porque así como en Adán todos mueren, también en Cristo todos serán vivificados. Pero cada uno en su debido orden: Cristo, las primicias; luego los que son de Cristo, en su venida». 1 Corintios 15:20-23 (1 Tesalonicenses 4:13–14, 15-18).

3. La resurrección de Cristo es primicia en primavera.

En primavera:

  • Jesucristo murió.
  • Jesucristo resucitó.
  • Jesucristo dio nacimiento a la Iglesia cristiana para entrar al verano (tiempo de la gran comisión, el principio para levantar la cosecha).

En otoño es el tiempo de la cosecha final.

«No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros, y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca; para que todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, él os lo dé». Juan 15:16

Dios desde el principio le dio autoridad a Adán y a Eva, pero el diablo fue astuto y quienes deberían tener autoridad pasaron a ser esclavos. Jesucristo nos compró a nosotros los esclavos del diablo a precio de sangre, ahora somos propiedad de Cristo y podemos hablar con el Padre, solamente necesitamos actuar en fe. «Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan». Hebreos 11:6

«Digo: ¿Qué es el hombre, para que tengas de él memoria, Y el hijo del hombre, para que lo visites? Le has hecho poco menor que los ángeles, Y lo coronaste de gloria y de honra. Le hiciste señorear sobre las obras de tus manos; Todo lo pusiste debajo de sus pies:». Salmos 8:4-6 Desde el principio el diablo debió estar bajo los pies de Adán y Eva pero entro el pecado y todo cambio, hasta que vino Jesucristo. «Todo lo sujetaste bajo sus pies. Porque en cuanto le sujetó todas las cosas, nada dejó que no sea sujeto a él; pero todavía no vemos que todas las cosas le sean sujetas». Hebreos 2:8

Cristo está esperando el trabajo de la Iglesia que pongamos a Satanás bajo nuestros pies.

Cristo es nuestra pascua. «Limpiaos, pues, de la vieja levadura, para que seáis nueva masa, sin levadura como sois; porque nuestra pascua, que es Cristo, ya fue sacrificada por nosotros». 1 Corintios 5:7 Habla de santificación, confesando todo pecados llevando toda obra de la carne a la cruz.

Llevemos nuestras cargas al Señor. «Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar». Mateo 11:28 «Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias». Filipenses 4:6 Presenta todo en oración, mientras mas oremos menos cargas tendremos.

«yo los llevaré a mi santo monte, y los recrearé en mi casa de oración; sus holocaustos y sus sacrificios serán aceptos sobre mi altar; porque mi casa será llamada casa de oración para todos los pueblos». Isaías 56:7 En la oración Dios te recrea.

«Si los cielos se cerraren, y no hubiere lluvias por haber pecado contra ti, si oraren a ti hacia este lugar, y confesaren tu nombre, y se convirtieren de sus pecados, cuando los afligieres, tú los oirás en los cielos, y perdonarás el pecado de tus siervos y de tu pueblo Israel, y les enseñarás el buen camino para que anden en él, y darás lluvia sobre tu tierra, que diste por heredad a tu pueblo». 2 Crónicas 6:26-27

4. La conexión de la resurrección y el nacimiento de la Iglesia

La enseñanza de Levítico 23 – LAS FIESTAS SOLEMNES DE JEHOVÁ

La resurrección de Cristo representa – Primicias. «Y habló Jehová a Moisés, diciendo: Habla a los hijos de Israel y diles: Cuando hayáis entrado en la tierra que yo os doy, y seguéis su mies, traeréis al sacerdote una gavilla por primicia de los primeros frutos de vuestra siega. Y el sacerdote mecerá la gavilla delante de Jehová, para que seáis aceptos; el día siguiente del día de reposo la mecerá». Levítico 23:9-11 Este día es el domingo, el mismo día que Cristo resucitó.

«Y contaréis desde el día que sigue al día de reposo, desde el día en que ofrecisteis la gavilla de la ofrenda mecida; siete semanas cumplidas serán. Hasta el día siguiente del séptimo día de reposo contaréis cincuenta días; entonces ofreceréis el nuevo grano a Jehová». Levítico 23:15-16 Siete semanas son 49 días más un día forman 50, de aquí el termino Pentecostés. El día siguiente al día de reposo es domingo.

La diferencia fueron 50 días, es la conexión que hay entre la resurrección de Cristo y el nacimiento de la Iglesia.

La Iglesia tiene que ver con lo nuevo con el Espíritu Santo quien resucitó a Cristo.

«Y si el Espíritu de aquel que levantó de los muertos a Jesús mora en vosotros, el que levantó de los muertos a Cristo Jesús vivificará también vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que mora en vosotros». Romanos 8:11

«También dio Juan testimonio, diciendo: Vi al Espíritu que descendía del cielo como paloma, y permaneció sobre él. Y yo no le conocía; pero el que me envió a bautizar con agua, aquél me dijo: Sobre quien veas descender el Espíritu y que permanece sobre él, ése es el que bautiza con el Espíritu Santo.Y yo le vi, y he dado testimonio de que éste es el Hijo de Dios». Juan 1:32-34

Juan el Bautista dio testimonio y vino el cumplimiento. «En el primer tratado, oh Teófilo, hablé acerca de todas las cosas que Jesús comenzó a hacer y a enseñar, hasta el día en que fue recibido arriba, después de haber dado mandamientos por el Espíritu Santo a los apóstoles que había escogido; a quienes también, después de haber padecido, se presentó vivo con muchas pruebas indubitables, apareciéndoseles durante cuarenta días y hablándoles acerca del reino de Dios. Y estando juntos, les mandó que no se fueran de Jerusalén, sino que esperasen la promesa del Padre, la cual, les dijo, oísteis de mí. Porque Juan ciertamente bautizó con agua, mas vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo dentro de no muchos días». Hechos 1:1-5

Y el Espíritu Santo trae poder. «pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra». Hechos 1:8 «cómo Dios ungió con el Espíritu Santo y con poder a Jesús de Nazaret, y cómo éste anduvo haciendo bienes y sanando a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él». Hechos 10:38

La unción es Dios con nosotros. «Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros?». Romanos 8:31 Por esto es importante el bautismo de Cristo.

5. La resurrección de Cristo es el fundamento de la fe cristiana

«Y si Cristo no resucitó, vana es entonces nuestra predicación, vana es también vuestra fe. Y somos hallados falsos testigos de Dios; porque hemos testificado de Dios que él resucitó a Cristo, al cual no resucitó, si en verdad los muertos no resucitan. Porque si los muertos no resucitan, tampoco Cristo resucitó; y si Cristo no resucitó, vuestra fe es vana; aún estáis en vuestros pecados. Entonces también los que durmieron en Cristo perecieron». 1 Corintios 15:14-18

6. Dos acciones de fe para ser salvos del pecado y entrar a la salvación de vida eterna de Dios.

«Pero teniendo el mismo espíritu de fe, conforme a lo que está escrito: Creí, por lo cual hablé, nosotros también creemos, por lo cual también hablamos, sabiendo que el que resucitó al Señor Jesús, a nosotros también nos resucitará con Jesús, y nos presentará juntamente con vosotros». 2 Corintios 4:13-14

Hablamos de lo que creemos, llenémonos de la Palabra de Dios. Jesús le dijo a un padre de familia: «Si puedes creer, al que cree todo le es posible». Marcos 9:23 Creer es un acto de voluntad humana, nosotros decidimos si creemos o no. Cuando una persona no cree es porque el pecado del medio ambiente en que vive está endureciendo su corazón.

Cuando Pablo predico de la resurrección en Atenas muchos no creyeron. «Pero cuando oyeron lo de la resurrección de los muertos, unos se burlaban, y otros decían: Ya te oiremos acerca de esto otra vez». Hechos 17:32

«Mas ¿qué dice? Cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón. Esta es la palabra de fe que predicamos: que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación. Pues la Escritura dice: Todo aquel que en él creyere, no será avergonzado». Romanos 8:9-11

Primera acción: Creer en la resurrección de Cristo.

Segunda acción: Confesar con la boca que Jesús es el Señor.

Un hombre que le creyó a Dios, Abraham. «por lo cual también su fe le fue contada por justicia. Y no solamente con respecto a él se escribió que le fue contada, sino también con respecto a nosotros a quienes ha de ser contada, esto es, a los que creemos en el que levantó de los muertos a Jesús, Señor nuestro, el cual fue entregado por nuestras transgresiones, y resucitado para nuestra justificación». Hechos 4:22-25

Toda persona que ha creído en la resurreción de Cristo en su corazón, y con su boca confiesa que Jesucristo es su Señor será salvo “justificado de sus pecados”.

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