La mujer, el niño y el dragón

Pastor José David Tax:

La Biblia fue escrita por 40 autores inspirados por el Espíritu Santo, se escribió en 3 idiomas. El Antiguo Testamento se escribió en su gran mayoría en hebreo, y una parte en arameo, el Nuevo Testamento fue escrito en Griego.

Apocalipsis viene del griego “apokalypsis”.

  • Apo: separar, alejar (apócrifo).
  • Kaliptein: estorbar, esconder, se relaciona con la raiz “kel”: (cubrir, ocultar).

Apocalipsis significa: “Revelación”, que es “quitar o retirar el velo”. Descubrimiento, destape, desvelamiento, divulgación. El Libro de Apocalipsis comienza hablando de la revelación de Jesucristo. «La revelación de Jesucristo, que Dios le dio, para manifestar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto; y la declaró enviándola por medio de su ángel a su siervo Juan, que ha dado testimonio de la palabra de Dios, y del testimonio de Jesucristo, y de todas las cosas que ha visto. Bienaventurado el que lee, y los que oyen las palabras de esta profecía, y guardan las cosas en ella escritas; porque el tiempo está cerca». Apocalipsis 1:1-3

El primer día de la semana, es el día del Señor. «Yo Juan, vuestro hermano, y copartícipe vuestro en la tribulación, en el reino y en la paciencia de Jesucristo, estaba en la isla llamada Patmos, por causa de la palabra de Dios y el testimonio de Jesucristo. Yo estaba en el Espíritu en el día del Señor, y oí detrás de mí una gran voz como de trompeta, que decía: Yo soy el Alfa y la Omega, el primero y el último. Escribe en un libro lo que ves, y envíalo a las siete iglesias que están en Asia: a Éfeso, Esmirna, Pérgamo, Tiatira, Sardis, Filadelfia y Laodicea». Apocalipsis 1:9-11

El primer día de la semana:

  • «Pasado el día de reposo, al amanecer del primer día de la semana, vinieron María Magdalena y la otra María, a ver el sepulcro». Mateo 28:1
  • «Cuando pasó el día de reposo, María Magdalena, María la madre de Jacobo, y Salomé, compraron especias aromáticas para ir a ungirle. Y muy de mañana, el primer día de la semana, vinieron al sepulcro, ya salido el sol». Marcos 16:1-2
  • «El primer día de la semana, muy de mañana, vinieron al sepulcro, trayendo las especias aromáticas que habían preparado, y algunas otras mujeres con ellas». Lucas 24:1
  • «El primer día de la semana, María Magdalena fue de mañana, siendo aún oscuro, al sepulcro; y vio quitada la piedra del sepulcro». Juan 20:1

Contexto histórico: Libro de Apocalipsis.

  • (26–30) Muerte y resurrección de Jesús.
  • (64–68) Primera persecución romana por el emperador Nerón (54-68).Probables fechas de muerte de los apóstoles Pablo y Pedro.
  • (70) La destrucción del Segundo templo de Jerusalén.
  • (81–96) Segunda persecución romana por el emperador Domiciano. Domiciano impuso con fuerza el culto divinizante al emperador.
  • El apóstol Juan (6–100 +).
  • Estuvo en la isla de Patmos (94–96) donde escribió el libro de Apocalipsis .
  • El evangelio de Juan (100+).

1. La mujer apareció en el cielo

«Apareció en el cielo una gran señal: una mujer vestida del sol, con la luna debajo de sus pies, y sobre su cabeza una corona de doce estrellas. 2 Y estando encinta, clamaba con dolores de parto, en la angustia del alumbramiento». Apocalipsis 12:1-2

La mujer en la Biblia siempre representa a la Iglesia, Israel y los gentiles.

El segundo sueño de José el soñador. «Soñó aun otro sueño, y lo contó a sus hermanos, diciendo: He aquí que he soñado otro sueño, y he aquí que el sol y la luna y once estrellas se inclinaban a mí. Y lo contó a su padre y a sus hermanos; y su padre le reprendió, y le dijo: ¿Qué sueño es este que soñaste? ¿Acaso vendremos yo y tu madre y tus hermanos a postrarnos en tierra ante ti?». Génesis 37:9-10

  • 11 Estrellas de los hermanos de José.
  • La Estrella de José.
  • 12 (doce tribus de Israel).

Las 12 tribus de Israel, cada tribu designa una de las doce constelaciones del zodiaco.

  • Sol: Jacob/Israel (Padre).
  • Luna: Raquel (madre).

El sol, la luna y 11 constelaciones se inclinaron ante la constelación de José.

José

17 años: fue vendido por sus hermanos. «Esta es la historia de la familia de Jacob: José, siendo de edad de diecisiete años, apacentaba las ovejas con sus hermanos; y el joven estaba con los hijos de Bilha y con los hijos de Zilpa, mujeres de su padre; e informaba José a su padre la mala fama de ellos». Génesis 37:2

30 años: Gobernador de Egipto. «Era José de edad de treinta años cuando fue presentado delante de Faraón rey de Egipto; y salió José de delante de Faraón, y recorrió toda la tierra de Egipto». Génesis 41:46

(30–17=13): 13 El número de Jesucristo, circuncisión / santificación.

La Biblia nos enseña a acerca de está mujer que estaba en los dolores de parto. «Duélete y gime, hija de Sion, como mujer que está de parto; porque ahora saldrás de la ciudad y morarás en el campo, y llegarás hasta Babilonia; allí serás librada, allí te redimirá Jehová de la mano de tus enemigos». Miqueas 4:10

El discurso de los Olivos (el pequeño Apocalipsis)

  • Mateo 24-25.
  • Marcos 13.
  • Lucas 17, 21.

Principios de dolores (Mateo 24:1-8):

  • El anticristo, espíritu de engaño.
  • Guerras y rumores de guerras.
  • Se levantará nación contra nación y reino contra reino.
  • Pestes: enfermedades.
  • Hambres: crisis económica.
  • Terremotos en diferentes lugares: sacudimientos.

Dolores de parto (Mateo 24:9-14):

  • Os entregaran a tribulación, y os matarán: persecución.
  • Seréis aborrecidos por causa de mi nombre.
  • Muchos falsos profetas: Apostasía, engaño y mentira.
  • La multiplicación de la maldad hará que el amor de muchos se enfríe.
  • Tiempos peligrosos (2 Timoteo 3:1-5).
  • “Más el que persevere hasta el fin será salvo”.
  • “Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones, y entonces vendrá el fin”.

Israel en los dolores de parto:

  1. La salida de Egipto (Éxodo 12-14).
  2. El nacimiento de Israel: El 14 de Mayo de 1948 (Isaías 66:7-11). La señal de la higuera (Mateo 24:32-35; Salmos 90:10).
  3. El reino milenial de Jesús desde Jerusalén (Apocalipsis 20:1-10).

2. El dragón: apareció otra señal en el cielo

«También apareció otra señal en el cielo: he aquí un gran dragón escarlata, que tenía siete cabezas y diez cuernos, y en sus cabezas siete diademas; y su cola arrastraba la tercera parte de las estrellas del cielo, y las arrojó sobre la tierra. Y el dragón se paró frente a la mujer que estaba para dar a luz, a fin de devorar a su hijo tan pronto como naciese». Apocalipsis 12: 3-4

Un gran dragón

  • Escarlata: rojo. Simboliza la Guerra (Apocalipsis 6:3-4).
  • Tenía 7 cabezas, 7 imperios: Egipto, Asiria, Babilonia, Media y Persia, Grecia, Roma, y el anticristo.
  • 10 cuernos.
  • 7 diademas en sus cabezas.
  • Su cola arrastraba la tercera parte de las estrellas (ángeles) del cielo.

La palabra Estrella en hebreo “kokhavim” se utiliza tanto para referirse a los Astros celestes como a los ángeles en la Biblia (Apocalipsis 1:20). Además encontramos que las estrellas en la Biblia tienen varias funciones:

  • Representan la creación divina de Dios (Salmos 8:1-4; Salmos 147:4-6).
  • Para guiar y dirigir. Los reyes magos (Mateo 2:1-12).
  • Anuncian bendición, posteridad, multiplicación y descendencia. Abraham (Génesis 15:5-6; Génesis 22:15-18).

El dragón se paró frente a la mujer. Tenía el propósito de devorar a su niño tan pronto naciese. La simiente de la mujer. «Y Jehová Dios dijo a la serpiente: Por cuanto esto hiciste, maldita serás entre todas las bestias y entre todos los animales del campo; sobre tu pecho andarás, y polvo comerás todos los días de tu vida. Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; esta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar». Génesis 3: 14–15

3. El niño: Jesucristo

«Y ella dio a luz un hijo varón, que regirá con vara de hierro a todas las naciones; y su hijo fue arrebatado para Dios y para su trono. Y la mujer huyó al desierto, donde tiene lugar preparado por Dios, para que allí la sustenten por mil doscientos sesenta días». Apocalipsis 12:5-6 Fue arrebatado al cielo: la ascensión de Jesús.

La mujer dio a luz a un niño: el nacimiento de Jesús.

«El nacimiento de Jesucristo fue así: Estando desposada María su madre con José, antes que se juntasen, se halló que había concebido del Espíritu Santo. José su marido, como era justo, y no quería infamarla, quiso dejarla secretamente. Y pensando él en esto, he aquí un ángel del Señor le apareció en sueños y le dijo: José, hijo de David, no temas recibir a María tu mujer, porque lo que en ella es engendrado, del Espíritu Santo es. Y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS, porque él salvará a su pueblo de sus pecados. Todo esto aconteció para que se cumpliese lo dicho por el Señor por medio del profeta, cuando dijo: He aquí, una virgen concebirá y dará a luz un hijo, Y llamarás su nombre Emanuel, que traducido es: Dios con nosotros. Y despertando José del sueño, hizo como el ángel del Señor le había mandado, y recibió a su mujer. Pero no la conoció hasta que dio a luz a su hijo primogénito; y le puso por nombre JESÚS». Mateo 1:18–25

«Al sexto mes el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen desposada con un varón que se llamaba José, de la casa de David; y el nombre de la virgen era María. Y entrando el ángel en donde ella estaba, dijo: ¡Salve, muy favorecida! El Señor es contigo; bendita tú entre las mujeres. Mas ella, cuando le vio, se turbó por sus palabras, y pensaba qué salutación sería esta. Entonces el ángel le dijo: María, no temas, porque has hallado gracia delante de Dios. Y ahora, concebirás en tu vientre, y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS. Este será grande, y será llamado Hijo del Altísimo; y el Señor Dios le dará el trono de David su padre; y reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin. Entonces María dijo al ángel: ¿Cómo será esto? pues no conozco varón. Respondiendo el ángel, le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por lo cual también el Santo Ser que nacerá, será llamado Hijo de Dios. Y he aquí tu parienta Elisabet, ella también ha concebido hijo en su vejez; y este es el sexto mes para ella, la que llamaban estéril; porque nada hay imposible para Dios. Entonces María dijo: He aquí la sierva del Señor; hágase conmigo conforme a tu palabra. Y el ángel se fue de su presencia.». Lucas 1:26–38

«Por tanto, el Señor mismo os dará señal: He aquí que la virgen concebirá, y dará a luz un hijo, y llamará su nombre Emanuel». Isaías 7:14

Regirá con vara de hierro. «Yo publicaré el decreto; Jehová me ha dicho: Mi hijo eres tú; Yo te engendré hoy. Pídeme, y te daré por herencia las naciones, Y como posesión tuya los confines de la tierra. Los quebrantarás con vara de hierro; Como vasija de alfarero los desmenuzarás». Salmos 2:7-9

El trono de David:

«Varones hermanos, se os puede decir libremente del patriarca David, que murió y fue sepultado, y su sepulcro está con nosotros hasta el día de hoy. Pero siendo profeta, y sabiendo que con juramento Dios le había jurado que de su descendencia, en cuanto a la carne, levantaría al Cristo para que se sentase en su trono, viéndolo antes, habló de la resurrección de Cristo, que su alma no fue dejada en el Hades, ni su carne vio corrupción. A este Jesús resucitó Dios, de lo cual todos nosotros somos testigos». Hechos 2:29–32

«Hice pacto con mi escogido; Juré a David mi siervo, diciendo: Para siempre confirmaré tu descendencia, Y edificaré tu trono por todas las generaciones. Selah». Salmos 89:3–4

«En verdad juró Jehová a David, Y no se retractará de ello: De tu descendencia pondré sobre tu trono». Salmos 132:11

«Y cuando tus días sean cumplidos, y duermas con tus padres, yo levantaré después de ti a uno de tu linaje, el cual procederá de tus entrañas, y afirmaré su reino. Él edificará casa a mi nombre, y yo afirmaré para siempre el trono de su reino. Yo le seré a él padre, y él me será a mí hijo. Y si él hiciere mal, yo le castigaré con vara de hombres, y con azotes de hijos de hombres; pero mi misericordia no se apartará de él como la aparté de Saúl, al cual quité de delante de ti. Y será afirmada tu casa y tu reino para siempre delante de tu rostro, y tu trono será estable eternamente». 2 Samuel 7:12–16

«Y cuando tus días sean cumplidos para irte con tus padres, levantaré descendencia después de ti, a uno de entre tus hijos, y afirmaré su reino. Él me edificará casa, y yo confirmaré su trono eternamente. Yo le seré por padre, y él me será por hijo; y no quitaré de él mi misericordia, como la quité de aquel que fue antes de ti; sino que lo confirmaré en mi casa y en mi reino eternamente, y su trono será firme para siempre. Conforme a todas estas palabras, y conforme a toda esta visión, así habló Natán a David». 1 Crónicas 17:11-15

«Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz. Lo dilatado de su imperio y la paz no tendrán límite, sobre el trono de David y sobre su reino, disponiéndolo y confirmándolo en juicio y en justicia desde ahora y para siempre. El celo de Jehová de los ejércitos hará esto». Isaías 9:6-7

Primera venida: El Cordero de Dios/el siervo sufriente (Salmos 22, Isaías 53, Juan 3:16-21).

Segunda venida: El León de la tribu de Judá/Rey de reyes y Señor de Señores..

«Y uno de los ancianos me dijo: No llores. He aquí que el León de la tribu de Judá, la raíz de David, ha vencido para abrir el libro y desatar sus siete sellos». Apocalipsis 5:5

«Entonces vi el cielo abierto; y he aquí un caballo blanco, y el que lo montaba se llamaba Fiel y Verdadero, y con justicia juzga y pelea. Sus ojos eran como llama de fuego, y había en su cabeza muchas diademas; y tenía un nombre escrito que ninguno conocía sino él mismo. Estaba vestido de una ropa teñida en sangre; y su nombre es: EL VERBO DE DIOS. Y los ejércitos celestiales, vestidos de lino finísimo, blanco y limpio, le seguían en caballos blancos. De su boca sale una espada aguda, para herir con ella a las naciones, y él las regirá con vara de hierro; y él pisa el lagar del vino del furor y de la ira del Dios Todopoderoso. Y en su vestidura y en su muslo tiene escrito este nombre: REY DE REYES Y SEÑOR DE SEÑORES». Apocalipsis 19:11–16

«Y vi tronos, y se sentaron sobre ellos los que recibieron facultad de juzgar; y vi las almas de los decapitados por causa del testimonio de Jesús y por la palabra de Dios, los que no habían adorado a la bestia ni a su imagen, y que no recibieron la marca en sus frentes ni en sus manos; y vivieron y reinaron con Cristo mil años. Pero los otros muertos no volvieron a vivir hasta que se cumplieron mil años. Esta es la primera resurrección. Bienaventurado y santo el que tiene parte en la primera resurrección; la segunda muerte no tiene potestad sobre estos, sino que serán sacerdotes de Dios y de Cristo, y reinarán con él mil años». 20:4-6

Las ultimas instrucciones de Jesucristo:

«Y estando juntos, les mandó que no se fueran de Jerusalén, sino que esperasen la promesa del Padre, la cual, les dijo, oísteis de mí. Porque Juan ciertamente bautizó con agua, mas vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo dentro de no muchos días». Hechos 1:4-5

La pregunta del milenio:

«Entonces los que se habían reunido le preguntaron, diciendo: Señor, ¿restaurarás el reino a Israel en este tiempo? Y les dijo: No os toca a vosotros saber los tiempos o las sazones, que el Padre puso en su sola potestad; pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra». Hechos 1:6-8

La ascensión:

« Y habiendo dicho estas cosas, viéndolo ellos, fue alzado, y le recibió una nube que le ocultó de sus ojos. Y estando ellos con los ojos puestos en el cielo, entre tanto que él se iba, he aquí se pusieron junto a ellos dos varones con vestiduras blancas, los cuales también les dijeron: Varones galileos, ¿por qué estáis mirando al cielo? Este mismo Jesús, que ha sido tomado de vosotros al cielo, así vendrá como le habéis visto ir al cielo». hechos 1:9-11

El arrebatamiento

Los tres cielos

Tercer cielo, Dios. El reino de Dios: el Paraíso . «Y uno de los malhechores que estaban colgados le injuriaba, diciendo: Si tú eres el Cristo, sálvate a ti mismo y a nosotros. Respondiendo el otro, le reprendió, diciendo: ¿Ni aun temes tú a Dios, estando en la misma condenación? Nosotros, a la verdad, justamente padecemos, porque recibimos lo que merecieron nuestros hechos; mas este ningún mal hizo. Y dijo a Jesús: Acuérdate de mí cuando vengas en tu reino. Entonces Jesús le dijo: De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso.» Lucas 23:39-43

«Ciertamente no me conviene gloriarme; pero vendré a las visiones y a las revelaciones del Señor. Conozco a un hombre en Cristo, que hace catorce años (si en el cuerpo, no lo sé; si fuera del cuerpo, no lo sé; Dios lo sabe) fue arrebatado hasta el tercer cielo. Y conozco al tal hombre (si en el cuerpo, o fuera del cuerpo, no lo sé; Dios lo sabe), que fue arrebatado al paraíso, donde oyó palabras inefables que no le es dado al hombre expresar. De tal hombre me gloriaré; pero de mí mismo en nada me gloriaré, sino en mis debilidades». 2 Corintios 12:1-5

Segundo cielo, Satanás. Regiones celestiales. «Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados, en los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia, entre los cuales también todos nosotros vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos, y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás». Efesios 2:1-3.

«Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes». Efesios 6:12

Primer cielo, el hombre. El cielo atmosférico.

«¡Oh Jehová, Señor nuestro, Cuán glorioso es tu nombre en toda la tierra! Has puesto tu gloria sobre los cielos; De la boca de los niños y de los que maman, fundaste la fortaleza, A causa de tus enemigos, Para hacer callar al enemigo y al vengativo. Cuando veo tus cielos, obra de tus dedos, La luna y las estrellas que tú formaste, Digo: ¿Qué es el hombre, para que tengas de él memoria, Y el hijo del hombre, para que lo visites?». Salmos 8:1-4

«Los cielos cuentan la gloria de Dios, Y el firmamento anuncia la obra de sus manos. Un día emite palabra a otro día, Y una noche a otra noche declara sabiduría». Salmos 19:1-2

El arrebatamiento de la iglesia

«He aquí, os digo un misterio: No todos dormiremos; pero todos seremos transformados, en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta; porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados. Porque es necesario que esto corruptible se vista de incorrupción, y esto mortal se vista de inmortalidad. Y cuando esto corruptible se haya vestido de incorrupción, y esto mortal se haya vestido de inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra que está escrita: Sorbida es la muerte en victoria. ¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón? ¿Dónde, oh sepulcro, tu victoria? ya que el aguijón de la muerte es el pecado, y el poder del pecado, la ley. Mas gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo. Así que, hermanos míos amados, estad firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano». 1 Corintios 15:51–58

«Tampoco queremos, hermanos, que ignoréis acerca de los que duermen, para que no os entristezcáis como los otros que no tienen esperanza. Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así también traerá Dios con Jesús a los que durmieron en él. Por lo cual os decimos esto en palabra del Señor: que nosotros que vivimos, que habremos quedado hasta la venida del Señor, no precederemos a los que durmieron. Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero». 1 Tesalonicenses 4:13–16

  • En griego “harpazo”: capturar, quitar, atrapar, tomar por la fuerza, arrebatar, trasladar.
  • En griego “parousia”: llegada, venida. RAE parousía: Advenimiento glorioso de Jesucristo al fin de los tiempos.
  • En arameo “Maranatha”: El Señor viene.

Tendremos una metamorfosis (griego).

  • Meta: más allá, cambio (metáfora).
  • Morfe: figura, forma (morfología).
  • Osis: Cambio de estado (cirrosis, tuberculosis, osteoporosis).

RAE transformación de algo en otra cosa.

Seremos como los ángeles. «Porque en la resurrección ni se casarán ni se darán en casamiento, sino serán como los ángeles de Dios en el cielo». Mateo 22: 30

Seremos como las águilas. «Porque como el relámpago que sale del oriente y se muestra hasta el occidente, así será también la venida del Hijo del Hombre. Porque dondequiera que estuviere el cuerpo muerto, allí se juntarán las águilas». Mateo 24:27–28 (Lucas 17:20–37)

Tendremos una reunión de águilas en las nubes.

Jesucristo está sentado a la diestra de Dios

«Y el Señor, después que les habló, fue recibido arriba en el cielo, y se sentó a la diestra de Dios». Marcos 16:19

«A este Jesús resucitó Dios, de lo cual todos nosotros somos testigos. Así que, exaltado por la diestra de Dios, y habiendo recibido del Padre la promesa del Espíritu Santo, ha derramado esto que vosotros veis y oís. Porque David no subió a los cielos; pero él mismo dice: Dijo el Señor a mi Señor: Siéntate a mi diestra, Hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies». Hechos 2:32-35

«Pero desde ahora el Hijo del Hombre se sentará a la diestra del poder de Dios». Lucas 22:69

«Jehová dijo a mi Señor: Siéntate a mi diestra, Hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies». Salmos 110:1

«Pero Esteban, lleno del Espíritu Santo, puestos los ojos en el cielo, vio la gloria de Dios, y a Jesús que estaba a la diestra de Dios, y dijo: He aquí, veo los cielos abiertos, y al Hijo del Hombre que está a la diestra de Dios». Hechos 7:55–56

«alumbrando los ojos de vuestro entendimiento, para que sepáis cuál es la esperanza a que él os ha llamado, y cuáles las riquezas de la gloria de su herencia en los santos, y cuál la supereminente grandeza de su poder para con nosotros los que creemos, según la operación del poder de su fuerza, la cual operó en Cristo, resucitándole de los muertos y sentándole a su diestra en los lugares celestiales, sobre todo principado y autoridad y poder y señorío, y sobre todo nombre que se nombra, no solo en este siglo, sino también en el venidero; y sometió todas las cosas bajo sus pies, y lo dio por cabeza sobre todas las cosas a la iglesia, la cual es su cuerpo, la plenitud de Aquel que todo lo llena en todo». Efesios 1:18-23

«Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios. Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra. Porque habéis muerto, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios. Cuando Cristo, vuestra vida, se manifieste, entonces vosotros también seréis manifestados con él en gloria». Colosenses 3:1-4

«Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante, puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios». Hebreos 12:1-2

«Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas, en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero de todo, y por quien asimismo hizo el universo; el cual, siendo el resplandor de su gloria, y la imagen misma de su sustancia, y quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder, habiendo efectuado la purificación de nuestros pecados por medio de sí mismo, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas, hecho tanto superior a los ángeles, cuanto heredó más excelente nombre que ellos». Hebreos 1:1-4

La mujer huyó al desierto: Dios tiene un lugar preparado para ella. El discurso de los olivos. «Por tanto, cuando veáis en el lugar santo la abominación desoladora de que habló el profeta Daniel (el que lee, entienda), entonces los que estén en Judea, huyan a los montes. El que esté en la azotea, no descienda para tomar algo de su casa; y el que esté en el campo, no vuelva atrás para tomar su capa. Mas ¡ay de las que estén encintas, y de las que críen en aquellos días! Orad, pues, que vuestra huida no sea en invierno ni en día de reposo;[a] porque habrá entonces gran tribulación, cual no la ha habido desde el principio del mundo hasta ahora, ni la habrá. Y si aquellos días no fuesen acortados, nadie sería salvo; mas por causa de los escogidos, aquellos días serán acortados. Entonces, si alguno os dijere: Mirad, aquí está el Cristo, o mirad, allí está, no lo creáis. Porque se levantarán falsos Cristos, y falsos profetas, y harán grandes señales y prodigios, de tal manera que engañarán, si fuere posible, aun a los escogidos. Ya os lo he dicho antes. Así que, si os dijeren: Mirad, está en el desierto, no salgáis; o mirad, está en los aposentos, no lo creáis. Porque como el relámpago que sale del oriente y se muestra hasta el occidente, así será también la venida del Hijo del Hombre. Porque dondequiera que estuviere el cuerpo muerto, allí se juntarán las águilas». Mateo 24:15-28

La gran tribulación: tiempo de angustia

«Y confesarán su iniquidad, y la iniquidad de sus padres, por su prevaricación con que prevaricaron contra mí; y también porque anduvieron conmigo en oposición, yo también habré andado en contra de ellos, y los habré hecho entrar en la tierra de sus enemigos; y entonces se humillará su corazón incircunciso, y reconocerán su pecado. Entonces yo me acordaré de mi pacto con Jacob, y asimismo de mi pacto con Isaac, y también de mi pacto con Abraham me acordaré, y haré memoria de la tierra. Pero la tierra será abandonada por ellos, y gozará sus días de reposo, estando desierta a causa de ellos; y entonces se someterán al castigo de sus iniquidades; por cuanto menospreciaron mis ordenanzas, y su alma tuvo fastidio de mis estatutos. Y aun con todo esto, estando ellos en tierra de sus enemigos, yo no los desecharé, ni los abominaré para consumirlos, invalidando mi pacto con ellos; porque yo Jehová soy su Dios. Antes me acordaré de ellos por el pacto antiguo, cuando los saqué de la tierra de Egipto a los ojos de las naciones, para ser su Dios. Yo Jehová. Estos son los estatutos, ordenanzas y leyes que estableció Jehová entre sí y los hijos de Israel en el monte de Sinaí por mano de Moisés». Levítico 26:40–45

«Sucederá que cuando hubieren venido sobre ti todas estas cosas, la bendición y la maldición que he puesto delante de ti, y te arrepintieres en medio de todas las naciones adonde te hubiere arrojado Jehová tu Dios, y te convirtieres a Jehová tu Dios, y obedecieres a su voz conforme a todo lo que yo te mando hoy, tú y tus hijos, con todo tu corazón y con toda tu alma, entonces Jehová hará volver a tus cautivos, y tendrá misericordia de ti, y volverá a recogerte de entre todos los pueblos adonde te hubiere esparcido Jehová tu Dios. Aun cuando tus desterrados estuvieren en las partes más lejanas que hay debajo del cielo, de allí te recogerá Jehová tu Dios, y de allá te tomará; y te hará volver Jehová tu Dios a la tierra que heredaron tus padres, y será tuya; y te hará bien, y te multiplicará más que a tus padres». Deuteronomio 30:1–5

«Acontecerá en aquel tiempo que la raíz de Isaí, la cual estará puesta por pendón a los pueblos, será buscada por las gentes; y su habitación será gloriosa. Asimismo acontecerá en aquel tiempo, que Jehová alzará otra vez su mano para recobrar el remanente de su pueblo que aún quede en Asiria, Egipto, Patros, Etiopía, Elam, Sinar y Hamat, y en las costas del mar. Y levantará pendón a las naciones, y juntará los desterrados de Israel, y reunirá los esparcidos de Judá de los cuatro confines de la tierra. Y se disipará la envidia de Efraín, y los enemigos de Judá serán destruidos. Efraín no tendrá envidia de Judá, ni Judá afligirá a Efraín; sino que volarán sobre los hombros de los filisteos al occidente, saquearán también a los de oriente; Edom y Moab les servirán, y los hijos de Amón los obedecerán. Y secará Jehová la lengua del mar de Egipto; y levantará su mano con el poder de su espíritu sobre el río, y lo herirá en sus siete brazos, y hará que pasen por él con sandalias. Y habrá camino para el remanente de su pueblo, el que quedó de Asiria, de la manera que lo hubo para Israel el día que subió de la tierra de Egipto». Isaías 11:10–16

«Días vendrán cuando Jacob echará raíces, florecerá y echará renuevos Israel, y la faz del mundo llenará de fruto. ¿Acaso ha sido herido como quien lo hirió, o ha sido muerto como los que lo mataron? Con medida lo castigarás en sus vástagos. Él los remueve con su recio viento en el día del aire solano. De esta manera, pues, será perdonada la iniquidad de Jacob, y este será todo el fruto, la remoción de su pecado; cuando haga todas las piedras del altar como piedras de cal desmenuzadas, y no se levanten los símbolos de Asera ni las imágenes del sol. Porque la ciudad fortificada será desolada, la ciudad habitada será abandonada y dejada como un desierto; allí pastará el becerro, allí tendrá su majada, y acabará sus ramas. Cuando sus ramas se sequen, serán quebradas; mujeres vendrán a encenderlas; porque aquel no es pueblo de entendimiento; por tanto, su Hacedor no tendrá de él misericordia, ni se compadecerá de él el que lo formó. Acontecerá en aquel día, que trillará Jehová desde el río Éufrates hasta el torrente de Egipto, y vosotros, hijos de Israel, seréis reunidos uno a uno. Acontecerá también en aquel día, que se tocará con gran trompeta, y vendrán los que habían sido esparcidos en la tierra de Asiria, y los que habían sido desterrados a Egipto, y adorarán a Jehová en el monte santo, en Jerusalén». Isaías 27:6–13

«Y yo mismo recogeré el remanente de mis ovejas de todas las tierras adonde las eché, y las haré volver a sus moradas; y crecerán y se multiplicarán. Y pondré sobre ellas pastores que las apacienten; y no temerán más, ni se amedrentarán, ni serán menoscabadas, dice Jehová. He aquí que vienen días, dice Jehová, en que levantaré a David renuevo justo, y reinará como Rey, el cual será dichoso, y hará juicio y justicia en la tierra. En sus días será salvo Judá, e Israel habitará confiado; y este será su nombre con el cual le llamarán: Jehová, justicia nuestra. Por tanto, he aquí que vienen días, dice Jehová, en que no dirán más: Vive Jehová que hizo subir a los hijos de Israel de la tierra de Egipto, sino: Vive Jehová que hizo subir y trajo la descendencia de la casa de Israel de tierra del norte, y de todas las tierras adonde yo los había echado; y habitarán en su tierra». Jeremías 23:3–8

«Porque he aquí que vienen días, dice Jehová, en que haré volver a los cautivos de mi pueblo Israel y Judá, ha dicho Jehová, y los traeré a la tierra que di a sus padres, y la disfrutarán. Estas, pues, son las palabras que habló Jehová acerca de Israel y de Judá. 5 Porque así ha dicho Jehová: Hemos oído voz de temblor; de espanto, y no de paz. Inquirid ahora, y mirad si el varón da a luz; porque he visto que todo hombre tenía las manos sobre sus lomos, como mujer que está de parto, y se han vuelto pálidos todos los rostros. ¡Ah, cuán grande es aquel día!, tanto, que no hay otro semejante a él; tiempo de angustia para Jacob; pero de ella será librado. En aquel día, dice Jehová de los ejércitos, yo quebraré su yugo de tu cuello, y romperé tus coyundas, y extranjeros no lo volverán más a poner en servidumbre, 9 sino que servirán a Jehová su Dios y a David su rey, a quien yo les levantaré. Tú, pues, siervo mío Jacob, no temas, dice Jehová, ni te atemorices, Israel; porque he aquí que yo soy el que te salvo de lejos a ti y a tu descendencia de la tierra de cautividad; y Jacob volverá, descansará y vivirá tranquilo, y no habrá quien le espante. Porque yo estoy contigo para salvarte, dice Jehová, y destruiré a todas las naciones entre las cuales te esparcí; pero a ti no te destruiré, sino que te castigaré con justicia; de ninguna manera te dejaré sin castigo». Jeremías 30:3-11

La Profecía de las 70 semanas de Daniel (Daniel 9:24-27)

Dios va sustentar a la mujer 1,260 días. 3 años y 6 meses = 42 meses (42 x 30 = 1,260 días). la mitad de la Gran Tribulación.

  • 1 semana = 7 días = 7 años
  • 1ª mitad 3 ½ = 42 meses = 1,260 días
  • 2ª mitad 3 ½ = 42 meses = 1,260 días
  • 7 años = 84 meses = 2,520 días

Israel huirá al desierto (Petra, Jordania). Monte Hor: donde murió el Sacerdote Aarón. «Y partiendo de Cades los hijos de Israel, toda aquella congregación, vinieron al monte de Hor. Y Jehová habló a Moisés y a Aarón en el monte de Hor, en la frontera de la tierra de Edom, diciendo: Aarón será reunido a su pueblo, pues no entrará en la tierra que yo di a los hijos de Israel, por cuanto fuisteis rebeldes a mi mandamiento en las aguas de la rencilla. Toma a Aarón y a Eleazar su hijo, y hazlos subir al monte de Hor, y desnuda a Aarón de sus vestiduras, y viste con ellas a Eleazar su hijo; porque Aarón será reunido a su pueblo, y allí morirá. Y Moisés hizo como Jehová le mandó; y subieron al monte de Hor a la vista de toda la congregación. Y Moisés desnudó a Aarón de sus vestiduras, y se las vistió a Eleazar su hijo; y Aarón murió allí en la cumbre del monte, y Moisés y Eleazar descendieron del monte. Y viendo toda la congregación que Aarón había muerto, le hicieron duelo por treinta días todas las familias de Israel». Números 20: 22–29

Bosra: Jesús rescatará a Israel. «¿Quién es este que viene de Edom, de Bosra, con vestidos rojos? ¿Este hermoso en su vestido, que marcha en la grandeza de su poder? Yo, el que hablo en justicia, grande para salvar. ¿Por qué es rojo tu vestido, y tus ropas como del que ha pisado en lagar? He pisado yo solo el lagar, y de los pueblos nadie había conmigo; los pisé con mi ira, y los hollé con mi furor; y su sangre salpicó mis vestidos, y manché todas mis ropas. Porque el día de la venganza está en mi corazón, y el año de mis redimidos ha llegado. Miré, y no había quien ayudara, y me maravillé que no hubiera quien sustentase; y me salvó mi brazo, y me sostuvo mi ira. Y con mi ira hollé los pueblos, y los embriagué en mi furor, y derramé en tierra su sangre». Isaías 63:1–6

Entre la gran tribulación y el milenio, hay un intervalo de 75 días

Petra está dentro de las 7 maravillas del mundo moderno.

Petra en la Biblia:

  • Sela (2 Reyes 14: 7; Isaías 16: 1).
  • Bosra (Génesis 36:33; Isaías 34:6; Isaías 63; Jeremías 48:24; 49:13, 22; Amós 1: 12; Miqueas 2:12).

Rey nabateo Aretas IV (9 a. C. – 40 d. C.) Su hija Phasaelis se casó con Herodes Antipas

  • El rey Herodes Antipas. Herodías esposa de Herodes Filipos, su hija Salomé. Juan el Bautista decapitado en Maqueronte (Marcos 6:14–29; Lucas 3:19–20).
  • El rey Aretas IV. El apóstol Pablo en Damásco (Hechos 9:23–25; 2 Corintios 11:32-33).

Petra actualmente:

  • Es conocida como la “ciudad rosa” o “rosada”.
  • Nombraba patrimonio de la humanidad por la UNESCO en 1985.
  • Tiene mas de 800 casas.
  • Existen 1,000 tumbas.
  • Cuenta con 200 cisternas de agua (sistema hidráulico).
  • Un mercado público, lugar de comercio exótico.
  • Tiene un desfiladero de 1.2 km con paredes de roca a ambos lados de 200 m. la parte mas estrecha es de 3 m.
  • El edificio mas importante es el del tesoro y mide 40 m de altura.
  • Tuvo influencias de los imperios de Egipto, Babilonia, Asiria, Media y Persia, Grecia y Roma.
  • Es una ciudad propensa a inundaciones (2022).
  • Fue descubierta por el explorador suizo Johann Ludwig Burckhardt en 1812 ».

4. La intervención del arcángel Miguel

«Después hubo una gran batalla en el cielo: Miguel y sus ángeles luchaban contra el dragón; y luchaban el dragón y sus ángeles; pero no prevalecieron, ni se halló ya lugar para ellos en el cielo. Y fue lanzado fuera el gran dragón, la serpiente antigua, que se llama diablo y Satanás, el cual engaña al mundo entero; fue arrojado a la tierra, y sus ángeles fueron arrojados con él». Apocalipsis 12:7-9

Se descubre quien engañó a Eva (Génesis 3: 1):

  • El gran dragón.
  • La serpiente antigua.
  • El diablo: en griego diávolos: abogado acusador o calumniador.
  • Satanás: en hebreo Satán: adversario, enemigo, mal camino.

Jesucristo lo llamó el padre de toda mentira. «Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y los deseos de vuestro padre queréis hacer. Él ha sido homicida desde el principio, y no ha permanecido en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de suyo habla; porque es mentiroso, y padre de mentira». Juan 8:44

Jesús llama al Espíritu Santo nuestro abogado, Consolador. (Juan 14: 16, 26; 15:26; 16:7-11). En griego Parakleto: abogado defensor, Consolador, ayudante, consejero o asesor.

El arcángel Miguel

  • Príncipe de Israel. (Daniel 10:13, 21; 12: 1).
  • Raptó el cuerpo de Moisés. (Judas 9).

La caída del gran dragón (Lucero):

  • Rey de Babilonia. (Isaías 14:1-23).
  • Príncipe de Tiro. (Ezequiel 28:1-19)

«Volvieron los setenta con gozo, diciendo: Señor, aun los demonios se nos sujetan en tu nombre. Y les dijo: Yo veía a Satanás caer del cielo como un rayo. He aquí os doy potestad de hollar serpientes y escorpiones, y sobre toda fuerza del enemigo, y nada os dañará. Pero no os regocijéis de que los espíritus se os sujetan, sino regocijaos de que vuestros nombres están escritos en los cielos». Lucas 10:17-20

Moisés en el Monte Nebo (Deuteronomio 34):

5. La sangre del Cordero

«Entonces oí una gran voz en el cielo, que decía: Ahora ha venido la salvación, el poder, y el reino de nuestro Dios, y la autoridad de su Cristo; porque ha sido lanzado fuera el acusador de nuestros hermanos, el que los acusaba delante de nuestro Dios día y noche. Y ellos le han vencido por medio de la sangre del Cordero y de la palabra del testimonio de ellos, y menospreciaron sus vidas hasta la muerte. Por lo cual alegraos, cielos, y los que moráis en ellos. ¡Ay de los moradores de la tierra y del mar! porque el diablo ha descendido a vosotros con gran ira, sabiendo que tiene poco tiempo». Apocalipsis 12:10-12

El Cordero de Dios, aparece 32 veces en Nuevo Testamento:

  • Juan (2 veces) Juan 1:29, 36.
  • Hechos Hechos 8:32 (Isaías 53:7-8).
  • 1 Pedro 1 Pedro 1: 19

Apocalipsis 28 veces

  • Apocalipsis 5:6
  • Apocalipsis 5:8
  • Apocalipsis 5:12
  • Apocalipsis 5:13
  • Apocalipsis 6:1
  • Apocalipsis 6:16
  • Apocalipsis 7:9
  • Apocalipsis 7:10
  • Apocalipsis 7:14
  • Apocalipsis 7:17
  • Apocalipsis 12:11
  • Apocalipsis 13:8
  • Apocalipsis 14:1
  • Apocalipsis 14:4 (2 veces)
  • Apocalipsis 14:10
  • Apocalipsis 15:3
  • Apocalipsis 17:14 (2 veces)
  • Apocalipsis 19:7
  • Apocalipsis 19:9
  • Apocalipsis 21:9
  • Apocalipsis 21:14
  • Apocalipsis 21:22
  • Apocalipsis 21:23
  • Apocalipsis 21:27
  • Apocalipsis 22:1
  • Apocalipsis 22:3

Satanás como acusador:

  • Job (Job 1: 9 – 11).
  • Josué el sumo Sacerdote (Zacarías 3:1-2).

Dios ya no se acuerda de tus pecados pasados que han sido redimidos (Isaías 43: 25, Hebreos 10:16–22, Hebreos 4:14-16).

Nuestra fe ha vencido al mundo (Juan 16: 33; 1 Juan 5:1-5).

El diablo tiene poco tiempo:

  • Consumado es (Juan 19:30).
  • La primavera de Jesús (Cantares 2:10-13).
  • Será derrotado en Armagedón (Apocalipsis 16:12-21).
  • Estará atado por mil años (Apocalipsis 20:1 – 3).
  • Perderá en Gog y Magog. Apocalipsis 20:7-9).

Y finalmente será lanzado al lago de fuego y azufre donde le hará compañía a la bestia y al falso profeta (Apocalipsis 20:10).

6. El dragón persiguió a la mujer

«Y cuando vio el dragón que había sido arrojado a la tierra, persiguió a la mujer que había dado a luz al hijo varón. Y se le dieron a la mujer las dos alas de la gran águila, para que volase de delante de la serpiente al desierto, a su lugar, donde es sustentada por un tiempo, y tiempos, y la mitad de un tiempo». Apocalipsis 12:13-14

La mujer es sustentada por un tiempo, tiempos y la mitad de un tiempo (Daniel 7:25; 12:7).

TIEMPO = 1 AÑO TIEMPOS = 2 AÑOS LA MITAD DE UN TIEMPO = ½ AÑO

3 ½ AÑOS

«Bendice, alma mía, a Jehová, Y bendiga todo mi ser su santo nombre. Bendice, alma mía, a Jehová, Y no olvides ninguno de sus beneficios. Él es quien perdona todas tus iniquidades, El que sana todas tus dolencias; El que rescata del hoyo tu vida, El que te corona de favores y misericordias; El que sacia de bien tu boca De modo que te rejuvenezcas como el águila”». Salmos 103:1-5

«¿No has sabido, no has oído que el Dios eterno es Jehová, el cual creó los confines de la tierra? No desfallece, ni se fatiga con cansancio, y su entendimiento no hay quien lo alcance. Él da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas. Los muchachos se fatigan y se cansan, los jóvenes flaquean y caen; pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán». Isaías 40:28-31

El código de Noé: Pregonero de Justicia (Lucas 17:26–27, Génesis 6–9, 2 Pedro 2:4-5).

El código de Lot: El justo (Lucas 17:28–33, Génesis 18–19, 2 Pedro 2:6-9).

7. La tierra ayudó a la mujer

«Y la serpiente arrojó de su boca, tras la mujer, agua como un río, para que fuese arrastrada por el río. Pero la tierra ayudó a la mujer, pues la tierra abrió su boca y tragó el río que el dragón había echado de su boca. Entonces el dragón se llenó de ira contra la mujer; y se fue a hacer guerra contra el resto de la descendencia de ella, los que guardan los mandamientos de Dios y tienen el testimonio de Jesucristo». Apocalipsis 12:15-17

La serpiente (dragón) arrojó de su boca, agua como un río en contra de la mujer. La tierra abrió su boca y se tragó al río. El dragón se llenó de ira y fue a hacer guerra contra la descendencia de ella.

«Y temerán desde el occidente el nombre de Jehová, y desde el nacimiento del sol su gloria; porque vendrá el enemigo como río, mas el Espíritu de Jehová levantará bandera contra él. Y vendrá el Redentor a Sion, y a los que se volvieren de la iniquidad en Jacob, dice Jehová. Y este será mi pacto con ellos, dijo Jehová: El Espíritu mío que está sobre ti, y mis palabras que puse en tu boca, no faltarán de tu boca, ni de la boca de tus hijos, ni de la boca de los hijos de tus hijos, dijo Jehová, desde ahora y para siempre». Isaías 59:19-21

«Aunque ande en valle de sombra de muerte, No temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; Tu vara y tu cayado me infundirán aliento». Salmos 23:4

«El que habita al abrigo del Altísimo Morará bajo la sombra del Omnipotente. Diré yo a Jehová: Esperanza mía, y castillo mío; Mi Dios, en quien confiaré. Él te librará del lazo del cazador, De la peste destructora. Con sus plumas te cubrirá, Y debajo de sus alas estarás seguro; Escudo y adarga es su verdad. No temerás el terror nocturno, Ni saeta que vuele de día, Ni pestilencia que ande en oscuridad, Ni mortandad que en medio del día destruya». Salmos 91:1-6

«Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros». Santiago 4:7

Somos hijos de Abraham. «Y haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás bendición. Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias de la tierra». Génesis 12:2-3

«Y llamó el ángel de Jehová a Abraham por segunda vez desde el cielo, y dijo: Por mí mismo he jurado, dice Jehová, que por cuanto has hecho esto, y no me has rehusado tu hijo, tu único hijo; de cierto te bendeciré, y multiplicaré tu descendencia como las estrellas del cielo y como la arena que está a la orilla del mar; y tu descendencia poseerá las puertas de sus enemigos. En tu simiente serán benditas todas las naciones de la tierra, por cuanto obedeciste a mi voz». Génesis 22:15-18

«Así Abraham creyó a Dios, y le fue contado por justicia. Sabed, por tanto, que los que son de fe, estos son hijos de Abraham. Y la Escritura, previendo que Dios había de justificar por la fe a los gentiles, dio de antemano la buena nueva a Abraham, diciendo: En ti serán benditas todas las naciones. De modo que los de la fe son bendecidos con el creyente Abraham». Gálatas 3:6-9

«Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros maldición (porque está escrito: Maldito todo el que es colgado en un madero), para que en Cristo Jesús la bendición de Abraham alcanzase a los gentiles, a fin de que por la fe recibiésemos la promesa del Espíritu». Gálatas 3:13-14

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