Apóstol Jesús Tax
Nuestro Dios va delante en está guerra, en Jesucristo la victoria fue dada en la cruz del Calvario. «A causa del poder del enemigo esperaré en ti, Porque Dios es mi defensa». Salmo 59:9
«Líbrame de mis enemigos, oh Dios mío; Ponme a salvo de los que se levantan contra mí. Líbrame de los que cometen iniquidad, Y sálvame de hombres sanguinarios». Salmos 59:1-2
El Espíritu Santo nos ayudará. «Porque tres son los que dan testimonio en el cielo: el Padre, el Verbo y el Espíritu Santo; y estos tres son uno. Y tres son los que dan testimonio en la tierra: el Espíritu, el agua y la sangre; y estos tres concuerdan». 1 Juan 5:7-8
«Este es Jesucristo, que vino mediante agua y sangre; no mediante agua solamente, sino mediante agua y sangre. Y el Espíritu es el que da testimonio; porque el Espíritu es la verdad». 1 Juan 5:6 El Espíritu Santo y Cristo, la Iglesia es la extensión territorial del cielo en la tierra, y es la que está dando testimonio de Cristo.
«pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra». Hechos 1:8
En la cruz del Calvario Cristo derroto al diablo. «Así que, por cuanto los hijos participaron de carne y sangre, él también participó de lo mismo, para destruir por medio de la muerte al que tenía el imperio de la muerte, esto es, al diablo, y librar a todos los que por el temor de la muerte estaban durante toda la vida sujetos a servidumbre». Hebreos 2:14-16
Jesucristo ya venció toda maldición, ahora tenemos que llenarnos del conocimiento de la Palabra de Dios. La Iglesia es un recurso de guerra para librar a muchas personas que están en esta tierra cautivas.
Al diablo se le resiste por medio de fe.
«Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y esta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe». 1 Juan 5:4
«Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios». Romanos 10:17 La Biblia toma vida al hablar la Palabra.
«¿Quién es el que vence al mundo, sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios?». 1 Juan 5:5
«Todo aquel que cree que Jesús es el Cristo, es nacido de Dios; y todo aquel que ama al que engendró, ama también al que ha sido engendrado por él». 1 Juan 5:1
«Y este es el testimonio: que Dios nos ha dado vida eterna; y esta vida está en su Hijo. El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida». 1 Juan 5:11-12 El Espíritu Santo da testimonio que somos hijos de Dios.
Por tanto debemos establecer una comunión intima con Dios todos los días a través de la oración. La oración nos sensibiliza para estar en comunión con una persona que no vemos pero que si está con nosotros. «Si me amáis, guardad mis mandamientos. Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre: el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y estará en vosotros». Juan 14:15-17 El Espíritu Santo nos mueve a servirle a Dios.
Cuando Cristo nos bautizó, el Espíritu Santo vino a estar dentro de nosotros. Así que el Espíritu llego para estar en comunión con mi espíritu humano y guiará mi alma (emociones, sentimientos, voluntad). «Bendice, alma mía, a Jehová, Y bendiga todo mi ser su santo nombre. Bendice, alma mía, a Jehová, Y no olvides ninguno de sus beneficios. Él es quien perdona todas tus iniquidades, El que sana todas tus dolencias; El que rescata del hoyo tu vida, El que te corona de favores y misericordias;» Salmos 103:1-4.
«Hijo mío, está atento a mis palabras; Inclina tu oído a mis razones. No se aparten de tus ojos; Guárdalas en medio de tu corazón; Porque son vida a los que las hallan, Y medicina a todo su cuerpo». Proverbios 4:20-22
«El que sacia de bien tu boca De modo que te rejuvenezcas como el águila». Salmos 103:5
Caleb a los 85 años decía que se sentía fuerte y joven como cuando tenia 40 años (Josué 14:10-11). Muchos dicen que no es posible, pero si está en la Biblia hay que creerlo, decláralo para que no dudes y tengas fe. No caminamos por lo que vemos ni por lo que oímos, caminamos por lo que dice Dios es su Palabra.
«¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros?». 1 Corintios 3:16 Está bendición es para los hijos de Dios. El diablo no quiere que llegues a la meta, tu necesitas saber como librar la batalla contra un diablo derrotado por Jesucristo en la cruz del Calvario.
«Pero temo que como la serpiente con su astucia engañó a Eva, vuestros sentidos sean de alguna manera extraviados de la sincera fidelidad a Cristo». 2 Corintios 11:3 Eva escuchó la palabra del mundo, la palabra que no debió oír, palabra de muerte.
«Luz de lámpara no alumbrará más en ti, ni voz de esposo y de esposa se oirá más en ti; porque tus mercaderes eran los grandes de la tierra; pues por tus hechicerías fueron engañadas todas las naciones». Apocalipsis 18:23 El diablo usa el poder de la hechicería para engañar a las naciones.
En el Libro de Job encontramos este poder. «Muéstranos qué le hemos de decir; Porque nosotros no podemos ordenar las ideas a causa de las tinieblas». Job 37:19 El pecado es lo que usa el diablo para dominar la mente, pensamientos y sentimientos. Cuando estamos en pecado le echamos la culpa a todos.
Necesitamos tener una convivencia con el Espíritu Santo para librar batallas”.
Tenemos la ayuda de ángeles. «¿No son todos espíritus ministradores, enviados para servicio a favor de los que serán herederos de la salvación?». Hebreos 1:14
Jesucristo habla de la ayuda de ángeles. «Respondió Jesús: Mi reino no es de este mundo; si mi reino fuera de este mundo, mis servidores pelearían para que yo no fuera entregado a los judíos; pero mi reino no es de aquí». Juan 18:36
Defensa de ángeles. «Busqué a Jehová, y él me oyó, Y me libró de todos mis temores. Los que miraron a él fueron alumbrados, Y sus rostros no fueron avergonzados. Este pobre clamó, y le oyó Jehová, Y lo libró de todas sus angustias. El ángel de Jehová acampa alrededor de los que le temen, Y los defiende». Salmos 34:4-7
«Sean avergonzados y confundidos los que buscan mi vida; Sean vueltos atrás y avergonzados los que mi mal intentan». Salmos 35:4 Dios es nuestra protección. «No toquéis, dijo, a mis ungidos, Ni hagáis mal a mis profetas». Salmos 105:15
«Sean como el tamo delante del viento, Y el ángel de Jehová los acose. Sea su camino tenebroso y resbaladizo, Y el ángel de Jehová los persiga». Salmos 35:5-6
«Levántate, resplandece; porque ha venido tu luz, y la gloria de Jehová ha nacido sobre ti. Porque he aquí que tinieblas cubrirán la tierra, y oscuridad las naciones; mas sobre ti amanecerá Jehová, y sobre ti será vista su gloria». Isaías 60:1-2
«Y llevándole, tomaron a cierto Simón de Cirene, que venía del campo, y le pusieron encima la cruz para que la llevase tras Jesús. Y le seguía gran multitud del pueblo, y de mujeres que lloraban y hacían lamentación por él. Pero Jesús, vuelto hacia ellas, les dijo: Hijas de Jerusalén, no lloréis por mí, sino llorad por vosotras mismas y por vuestros hijos. Porque he aquí vendrán días en que dirán: Bienaventuradas las estériles, y los vientres que no concibieron, y los pechos que no criaron. Entonces comenzarán a decir a los montes: Caed sobre nosotros; y a los collados: Cubridnos. Porque si en el árbol verde hacen estas cosas, ¿en el seco, qué no se hará?». Lucas 26-31 Una sociedad que le había dado la espalda a Dios.
Dios quiere usarte como una lampara llena de aceite que alumbre, «Y andarán las naciones a tu luz, y los reyes al resplandor de tu nacimiento». Isaías 60:3
«Entrad por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella; porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan». Mateo 7:13-14
«No penséis que he venido para traer paz a la tierra; no he venido para traer paz, sino espada. Porque he venido para poner en disensión al hombre contra su padre, a la hija contra su madre, y a la nuera contra su suegra; y los enemigos del hombre serán los de su casa». Mateo 10:34-36 La naturaleza caída.
«El que ama a padre o madre más que a mí, no es digno de mí; el que ama a hijo o hija más que a mí, no es digno de mí; y el que no toma su cruz y sigue en pos de mí, no es digno de mí. El que halla su vida, la perderá; y el que pierde su vida por causa de mí, la hallará». Mateo 10:37-39
Dios nos manda que caminemos en amor.
«pero si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado. Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros. Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad. Si decimos que no hemos pecado, le hacemos a él mentiroso, y su palabra no está en nosotros». 1 Juan 1:7-9
«Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; Pruébame y conoce mis pensamientos; Y ve si hay en mí camino de perversidad, Y guíame en el camino eterno». Salmos 139:23-24
«Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, Y renueva un espíritu recto dentro de mí. No me eches de delante de ti, Y no quites de mí tu santo Espíritu». Salmos 51:10-11
«¿Quién podrá entender sus propios errores? Líbrame de los que me son ocultos. Preserva también a tu siervo de las soberbias; Que no se enseñoreen de mí; Entonces seré íntegro, y estaré limpio de gran rebelión». Salmos 19:12-13 Los que no se arrepienten de su pecado pronto serán rebeldes a Dios. «Pero él da mayor gracia. Por esto dice: Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes». Santiago 4:6 Si no sacamos la basura nos contaminaremos cada día más. «Sean gratos los dichos de mi boca y la meditación de mi corazón delante de ti, Oh Jehová, roca mía, y redentor mío». Salmos 19:14
«Yo dije: Atenderé a mis caminos, Para no pecar con mi lengua; Guardaré mi boca con freno, En tanto que el impío esté delante de mí». Salmos 39:1 De lo que abunda en el corazón habla la boca. El diablo esta vigilante a tu boca.
El temor a Dios
«Venid, hijos, oídme; El temor de Jehová os enseñaré. ¿Quién es el hombre que desea vida, Que desea muchos días para ver el bien? Guarda tu lengua del mal, Y tus labios de hablar engaño. Apártate del mal, y haz el bien; Busca la paz, y síguela». Salmos 34:11-14
Jesús ora en Getsemaní
«Y saliendo, se fue, como solía, al monte de los Olivos; y sus discípulos también le siguieron. Cuando llegó a aquel lugar, les dijo: Orad que no entréis en tentación». Lucas 22:39-40
«Jesús dijo a los principales sacerdotes, a los jefes de la guardia del templo y a los ancianos, que habían venido contra él: ¿Como contra un ladrón habéis salido con espadas y palos? Habiendo estado con vosotros cada día en el templo, no extendisteis las manos contra mí; mas esta es vuestra hora, y la potestad de las tinieblas». Lucas 22:52-53
« Vinieron, pues, a un lugar que se llama Getsemaní, y dijo a sus discípulos: Sentaos aquí, entre tanto que yo oro». Marcos 14:32
«Vino luego y los halló durmiendo; y dijo a Pedro: Simón, ¿duermes? ¿No has podido velar una hora? Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil». Marcos 14:37-38
Todo cristiano carnal no podrá avanzar.
Las obras de la carne:
«Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios». Gálatas 5:19-21
«El que venciere heredará todas las cosas, y yo seré su Dios, y él será mi hijo. Pero los cobardes e incrédulos, los abominables y homicidas, los fornicarios y hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda». Apocalipsis 21:7-8
Todos los días debemos caminar llenos del Espíritu Santo
«Y los discípulos estaban continuamente llenos de gozo y del Espíritu Santo». Hechos 13:52
a) La Iglesia nació en la llenura del Espíritu Santo
«Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos unánimes juntos. Y de repente vino del cielo un estruendo como de un viento recio que soplaba, el cual llenó toda la casa donde estaban sentados; y se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos. Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen». Hechos 2:1-4
b) Pedro y Juan caminaban llenos del Espíritu Santo
«Aconteció al día siguiente, que se reunieron en Jerusalén los gobernantes, los ancianos y los escribas, y el sumo sacerdote Anás, y Caifás y Juan y Alejandro, y todos los que eran de la familia de los sumos sacerdotes; y poniéndoles en medio, les preguntaron: ¿Con qué potestad, o en qué nombre, habéis hecho vosotros esto? Entonces Pedro, lleno del Espíritu Santo, les dijo: Gobernantes del pueblo, y ancianos de Israel: Puesto que hoy se nos interroga acerca del beneficio hecho a un hombre enfermo, de qué manera este haya sido sanado, sea notorio a todos vosotros, y a todo el pueblo de Israel, que en el nombre de Jesucristo de Nazaret, a quien vosotros crucificasteis y a quien Dios resucitó de los muertos, por él este hombre está en vuestra presencia sano. Este Jesús es la piedra reprobada por vosotros los edificadores, la cual ha venido a ser cabeza del ángulo. Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos». Hechos 4:5-12
«Entonces viendo el denuedo de Pedro y de Juan, y sabiendo que eran hombres sin letras y del vulgo, se maravillaban; y les reconocían que habían estado con Jesús. Y viendo al hombre que había sido sanado, que estaba en pie con ellos, no podían decir nada en contra». Hechos 4:13-14
c) Pablo como misionero en Asia y Europa se movió siempre lleno del Espíritu Santo
«Había entonces en la iglesia que estaba en Antioquía, profetas y maestros: Bernabé, Simón el que se llamaba Niger, Lucio de Cirene, Manaén el que se había criado junto con Herodes el tetrarca, y Saulo. Ministrando estos al Señor, y ayunando, dijo el Espíritu Santo: Apartadme a Bernabé y a Saulo para la obra a que los he llamado. Entonces, habiendo ayunado y orado, les impusieron las manos y los despidieron». Hechos 13:1-3
«Ellos, entonces, enviados por el Espíritu Santo, descendieron a Seleucia, y de allí navegaron a Chipre. Y llegados a Salamina, anunciaban la palabra de Dios en las sinagogas de los judíos. Tenían también a Juan de ayudante. Y habiendo atravesado toda la isla hasta Pafos, hallaron a cierto mago, falso profeta, judío, llamado Barjesús, que estaba con el procónsul Sergio Paulo, varón prudente. Este, llamando a Bernabé y a Saulo, deseaba oír la palabra de Dios. Pero les resistía Elimas, el mago (pues así se traduce su nombre), procurando apartar de la fe al procónsul. Entonces Saulo, que también es Pablo, lleno del Espíritu Santo, fijando en él los ojos, dijo: ¡Oh, lleno de todo engaño y de toda maldad, hijo del diablo, enemigo de toda justicia! ¿No cesarás de trastornar los caminos rectos del Señor? Ahora, pues, he aquí la mano del Señor está contra ti, y serás ciego, y no verás el sol por algún tiempo. E inmediatamente cayeron sobre él oscuridad y tinieblas; y andando alrededor, buscaba quien le condujese de la mano. Entonces el procónsul, viendo lo que había sucedido, creyó, maravillado de la doctrina del Señor». Hechos 13:4-12
d) Uno de los requisitos para ser diáconos en la Iglesia era ser llenos del Espíritu Santo para servir
«En aquellos días, como creciera el número de los discípulos, hubo murmuración de los griegos contra los hebreos, de que las viudas de aquellos eran desatendidas en la distribución diaria. Entonces los doce convocaron a la multitud de los discípulos, y dijeron: No es justo que nosotros dejemos la palabra de Dios, para servir a las mesas. Buscad, pues, hermanos, de entre vosotros a siete varones de buen testimonio, llenos del Espíritu Santo y de sabiduría, a quienes encarguemos de este trabajo». Hechos 6:1-4
«Así que, hermanos, deudores somos, no a la carne, para que vivamos conforme a la carne; porque si vivís conforme a la carne, moriréis; mas si por el Espíritu hacéis morir las obras de la carne, viviréis. Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, estos son hijos de Dios». Romanos 8:12-14
Cuidado de no contristar al Espíritu Santo.
« Y estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas;». Marcos 16:17 Habla en lenguas como el Apóstol Pablo. «Doy gracias a Dios que hablo en lenguas más que todos vosotros; pero en la iglesia prefiero hablar cinco palabras con mi entendimiento, para enseñar también a otros, que diez mil palabras en lengua desconocida». 1 Corintios 14:18-19
«tomarán en las manos serpientes, y si bebieren cosa mortífera, no les hará daño; sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán». Marcos 16:18 Lo primero que te da Jesucristo es el poder. «He aquí os doy potestad de hollar serpientes y escorpiones, y sobre toda fuerza del enemigo, y nada os dañará». Lucas 10:19
«Y el Señor, después que les habló, fue recibido arriba en el cielo, y se sentó a la diestra de Dios. Y ellos, saliendo, predicaron en todas partes, ayudándoles el Señor y confirmando la palabra con las señales que la seguían. Amén». Marcos 16:19-20 Alguien tiene que hablar la Palabra para que las señales te sigan.
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