Cuidado al hablar (Proverbios 21:23)

Todo desarrollo tecnológico viene de parte de Dios conforme a los tiempos proféticos, este avance es para que toda persona pueda conocer la verdad que viene del cielo “Jesucristo” y ser libres de todo engaño del enemigo que está en la tierra, el diablo.

El Apóstol Pedro habló la palabra profética de acuerdo a lo que estaba registrado del profeta Joel. «Y de cierto sobre mis siervos y sobre mis siervas en aquellos días Derramaré de mi Espíritu, y profetizarán». Hechos 2:18 A través del Espíritu Santo es como vamos a profetizar (comunicar el evangelio).

Estaba profetizado que vendría el derramamiento del Espíritu Santo para que la Iglesia se convirtiera en predicadora del evangelio, todos tenemos boca para hablar la Palabra de Dios. Habrían señales para los últimos tiempos. «Y daré prodigios arriba en el cielo, Y señales abajo en la tierra, Sangre y fuego y vapor de humo». Hechos 2:19 Desde el Siglo XX, XXI han habido muchas señales, la más significativa conforme a la profecía es el nacimiento de la nación de Israel el 14 de mayo de 1948. Durante un tiempo determinado por el pecado Dios hecho fuera de su tierra prometida a Israel hasta que se cumplió el tiempo profético (Siglo XX). Jesucristo dijo que los que vieran este nacimiento está generación no pasaría.

Desde el Siglo XX comenzó el gran desarrollo vertiginoso de la tecnología de la comunicación, si Dios estaba poniendo como señal profética a Israel en el concierto de las naciones de la tierra, entonces la Iglesia de Jesucristo tenia que predicar como nunca el evangelio de salvación a todas las naciones porque empezaba un conteo que llevaría hacía la guerra de Armagedón.

«Tenemos también la palabra profética más segura, a la cual hacéis bien en estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta que el día esclarezca y el lucero de la mañana salga en vuestros corazones». 2 Pedro 1:19 La profecía esta alumbrando en medio de las tinieblas de este mundo, en medio de está tecnología que muchas personas usan para estar comunicando mentira y engaño, que están atrapadas por las tinieblas. Necesitamos saber si lo que estamos viendo y oyendo es verdad o mentira, pongamos atención en la Palabra de profecía.

El Espíritu Santo nos ayuda a interpretar la profecía que tiene que ver con el hoy y el mañana. «entendiendo primero esto, que ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada, porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo». 2 Pedro 1:20-21 El Espíritu Santo uso 40 varones en un periodo de 1500 años para escribir la Biblia.

Dios habla a través del Sol y la Luna. «El sol se convertirá en tinieblas, Y la luna en sangre, Antes que venga el día del Señor, Grande y manifiesto». Hechos 2:20

La Biblia dice que cuando llegó el colmo de la maldad en los tiempos de Noé, Dios envió un diluvio. Cuando el pecado abundó, sobreabundó la gracia, la gracia llegó sobre Noé y su familia. «Y todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo». Hechos 2:21 Salvo del pecado, de la condenación eterna. «porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo». Romanos 10:13

El proceso para invocar al Señor

«¿Cómo, pues, invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique?». Romanos 10:14

  • Para que una persona invoque el nombre del Señor tiene que creer.
  • Tenemos que oír para creer.
  • Lo que hablamos marca nuestro destino.

Todo lo que oigas y veas es lo que va a tu corazón, es lo que crees, y de acuerdo a lo que crees es como hablas, y lo que hablas marca tu presente y tu futuro. «Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios». Romanos 10:17 A través de lo que oímos nos afirmamos en fe, y estamos conociendo nuestro presente. «Lámpara es a mis pies tu palabra, Y lumbrera a mi camino». Salmos 119:105

Un día nos bautizamos en agua, recibimos el bautizo en el Espíritu Santo para tener el poder. Hemos sido llamados a ser predicadores, a servirle a Jesucristo. «¿Y cómo predicarán si no fueren enviados? Como está escrito: ¡Cuán hermosos son los pies de los que anuncian la paz, de los que anuncian buenas nuevas!». Romanos 10:15 Usemos las redes sociales para hablar de Jesucristo.

Evitemos a toda persona que está caminando conforme al mundo. «También debes saber esto: que en los postreros días vendrán tiempos peligrosos. Porque habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos, sin afecto natural, implacables, calumniadores, intemperantes, crueles, aborrecedores de lo bueno, traidores, impetuosos, infatuados, amadores de los deleites más que de Dios, que tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella; a éstos evita». 2
Timoteo 3:1-5

¿Qué hay detrás de todo ello? «Pero el Espíritu dice claramente que en los postreros tiempos algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios». 1 Timoteo 4:1 Los que engañan son los demonios, Jesucristo lo dijo: «Y estando él sentado en el monte de los Olivos, los discípulos se le acercaron aparte, diciendo: Dinos, ¿cuándo serán estas cosas, y qué señal habrá de tu venida, y del fin del siglo? Respondiendo Jesús, les dijo: Mirad que nadie os engañe». Mateo 24:3-4

¿Donde se están moviendo los demonios? «Y muchos falsos profetas se levantarán, y engañarán a muchos». Mateo 24:11 Puede ser que la persona que está usando el medio de comunicación está hablando engaño y mentira. «y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará. Mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo». Mateo 24:12-13

La boca

«El que guarda su boca y su lengua, Su alma guarda de angustias». Proverbios 21:23

Hemos nacido en la naturaleza pecaminosa de Adán y Eva, destituidos de la gloria de Dios. «Y la lengua es un fuego, un mundo de maldad. La lengua está puesta entre nuestros miembros, y contamina todo el cuerpo, e inflama la rueda de la creación, y ella misma es inflamada por el infierno». Santiago 3:6 El diablo está usando un lenguaje del infierno para llevarse a las personas cuando maldicen su propio cuerpo.

«Porque toda naturaleza de bestias, y de aves, y de serpientes, y de seres del mar, se doma y ha sido domada por la naturaleza humana; pero ningún hombre puede domar la lengua, que es un mal que no puede ser refrenado, llena de veneno mortal». Santiago 3:7-8

¿Tienes problemas para controlar tu lengua? Debemos orar de está manera

«Pon guarda a mi boca, oh Jehová; Guarda la puerta de mis labios. No dejes que se incline mi corazón a cosa mala, A hacer obras impías Con los que hacen iniquidad; Y no coma yo de sus deleites». Salmos 141:3-4

Limpia tu corazón a través de la confesión con tu boca, el corazón es el almacén de todo lo que viene del exterior (de lo que entra por los ojos y oídos). «Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; Porque de él mana la vida». Proverbios 4:23

Lo que sale de la boca mueve el cuerpo (lo piensas, lo declaras, y actúas). «El que guarda su boca y su lengua, Su alma guarda de angustias». Proverbios 21:23 El alma es el centro de tu ser, tu personalidad, y quien le da orden al alma es la boca. Eva fue atrapada por la palabra del diablo, los sentidos de Eva fueron cautivados por el diablo (2 Corintios 11:3).

«Por esto, mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para airarse; porque la ira del hombre no obra la justicia de Dios.». Santiago 1:19-20 Debemos ser pronto para oír la palabra de Dios, tener cuidado al hablar, tardo para airarse porque al hablar enojado quedas atrapado en lo que estás hablando, la palabra es un lazo que sale de tus labios.

El ser humano es: Espíritu, alma y cuerpo. «Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo». 1 Tesalonicenses 5:23

El destino del ser humano al morir

1. El cuerpo: Vuelve al polvo de la tierra (Génesis 3:19).

«Tampoco queremos, hermanos, que ignoréis acerca de los que duermen, para que no os entristezcáis como los otros que no tienen esperanza. Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así también traerá Dios con Jesús a los que durmieron en él». 1 Tesalonicenses 4:13-14 Jesús va a traer el alma y el espíritu de los que durmieron en él.

«Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante, puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios». Hebreos 12:1-2 Esos testigos del cielo son espíritu y alma de las personas cristianas que murieron.

2. El espíritu: Vuelve a Dios que lo dió. «y el polvo vuelva a la tierra, como era, y el espíritu vuelva a Dios que lo dio». Eclesiastes 12:7 Sea cristiano o no, el espíritu humano vuelve a Dios.

«Profecía de la palabra de Jehová acerca de Israel. Jehová, que extiende los cielos y funda la tierra, y forma el espíritu del hombre dentro de él, ha dicho». Zacarias 12:1 Dios forma el espíritu, cuando una persona muere el espíritu vuelve a su creador (Dios).

3. El alma: Puede tener dos destinos:

  1. El cielo con Dios (si muere en Cristo).
  2. El infierno sin Dios (si muere sin Cristo)

«E irán éstos al castigo eterno, y los justos a la vida eterna». Mateo 25:46

1. Seremos juzgados por nuestras palabras

«Mas yo os digo que de toda palabra ociosa que hablen los hombres, de ella darán cuenta en el día del juicio. Porque por tus palabras serás justificado, y por tus palabras serás condenado». Mateo 12:36–37 Palabras ociosas son palabras que no dan fruto.

«Dijo Jesús a sus discípulos: Imposible es que no vengan tropiezos; mas ¡ay de aquel por quien vienen! Mejor le fuera que se le atase al cuello una piedra de molino y se le arrojase al mar, que hacer tropezar a uno de estos pequeñitos». Lucas 17:1-2

«Porque siete veces cae el justo, y vuelve a levantarse; Mas los impíos caerán en el mal». Proverbios 24:16 El justo sabe levantarse a través del arrepentimiento. Somos llamados a caminar en el espíritu y no en la carne, meditemos en el capítulo 8 del Libro de Romanos, habla de vivir en el espíritu.

Jesucristo enseña de todo tropiezo que puede haber y de los juicios que van a tener aquellos que lo cometen. «¡Ay del mundo por los tropiezos! porque es necesario que vengan tropiezos, pero ¡ay de aquel hombre por quien viene el tropiezo! Por tanto, si tu mano o tu pie te es ocasión de caer, córtalo y échalo de ti; mejor te es entrar en la vida cojo o manco, que teniendo dos manos o dos pies ser echado en el fuego eterno. Y si tu ojo te es ocasión de caer, sácalo y échalo de ti; mejor te es entrar con un solo ojo en la vida, que teniendo dos ojos ser echado en el infierno de fuego». Mateo 18:7-9

¿Para quienes será el lugar del infierno? Para aquellos que están hablando de una manera equivocada en el lenguaje de este mundo ocasionando tropiezo. El diablo contaminó la tercera parte de los ángeles que fueron arrojados.

«Cualquiera que haga tropezar a uno de estos pequeñitos que creen en mí, mejor le fuera si se le atase una piedra de molino al cuello, y se le arrojase en el mar. Si tu mano te fuere ocasión de caer, córtala; mejor te es entrar en la vida manco, que teniendo dos manos ir al infierno, al fuego que no puede ser apagado, donde el gusano de ellos no muere, y el fuego nunca se apaga». Marcos 9:42-44

«Hermanos míos, no os hagáis maestros muchos de vosotros, sabiendo que recibiremos mayor condenación. Porque todos ofendemos muchas veces. Si alguno no ofende en palabra, éste es varón perfecto, capaz también de refrenar todo el cuerpo». Santiago 3:1-2

2. Debemos escudriñar las Escrituras (La Biblia) y hablar lo que enseña el Espíritu Santo (el autor de la Biblia)

«Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí». Juan 5:39

La imprenta se invento en el Siglo XV, y el primer libro impreso fue la Biblia. Hoy tenemos la Biblia para escudriñar las Escrituras y estás palabras tienen que tomar vida en nuestra boca, tenemos que aprender a leer las Escrituras en voz audible, para que te escuchen los demonios y salgan huyendo. Un día Jesucristo llevó a sus apóstoles a un lugar contaminado de demonios, Cesárea de Filipos (Mateo 16), y de manera audible preguntó por causa de los demonios (tenían que escuchar), ¿Quién dice los hombres que soy? El hombre en lo terrenal decía un profeta más, más Pedro por revelación de Dios dijo tu eres el Cristo el Hijo del Dios viviente.

Necesitamos estar en comunión con el Espíritu Santo en la oración, y cuando tengas la revelación comienza hablar, reprende demonios. Jesucristo dijo: sobre esta roca edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella. Si tu no abres tu boca en el nombre de Jesús ejerciendo autoridad, seguirás siendo atacado por demonios en el día y en la noche, viviendo oprimido, deprimido, con pensamientos de muerte, no le permitas a los demonios trabajar en tu alma. Tienes que llenarte del conocimiento de las Escrituras y en el nombre de Jesús hablar por el Espíritu Santo.

«Y cuando llegó la noche, trajeron a él muchos endemoniados; y con la palabra echó fuera a los demonios, y sanó a todos los enfermos; para que se cumpliese lo dicho por el profeta Isaías, cuando dijo: El mismo tomó nuestras enfermedades, y llevó nuestras dolencias». Mateo 8:16-17

«La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros, enseñándoos y exhortándoos unos a otros en toda sabiduría, cantando con gracia en vuestros corazones al Señor con salmos e himnos y cánticos espirituales. Y todo lo que hacéis, sea de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él». Colosenses 3:16-17

«Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer. El que en mí no permanece, será echado fuera como pámpano, y se secará; y los recogen, y los echan en el fuego, y arden. Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queréis, y os será hecho. En esto es glorificado mi Padre, en que llevéis mucho fruto, y seáis así mis discípulos». Juan 15:5-8

«No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros, y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca; para que todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, él os lo dé. Esto os mando: Que os améis unos a otros». Juan 15:16-17

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