Creer en la resurrección

Un día como hoy, hace 21 siglos nuestro Señor Jesucristo resucitó, la iglesia nace en el poder de la resurrección de Cristo para predicar resurrección, para predicar vida. «Todavía un poco, y no me veréis; y de nuevo un poco, y me veréis; porque yo voy al Padre». Juan 16:16 Jesucristo vino temporalmente al planeta tierra conforme a la profecía, su ministerio terrenal fueron de tres años aproximadamente. Enseñaba las escrituras, predicaba el evangelio del reino de Dios, y sanaba a todos los enfermos.

«De cierto, de cierto os digo, que vosotros lloraréis y lamentaréis, y el mundo se alegrará; pero aunque vosotros estéis tristes, vuestra tristeza se convertirá en gozo». Juan 16:20 La muerte es la puerta de entrada a la eternidad.

«La mujer cuando da a luz, tiene dolor, porque ha llegado su hora; pero después que ha dado a luz un niño, ya no se acuerda de la angustia, por el gozo de que haya nacido un hombre en el mundo. También vosotros ahora tenéis tristeza; pero os volveré a ver, y se gozará vuestro corazón, y nadie os quitará vuestro gozo». Juan 16:21-22 El gozo del Señor es mi fortaleza, el Espíritu Santo levanta muro y antemuro de protección a tu vida, y esa tristeza, desanimo, angustia, se va. Tu tienes caminar en fe, guiado por el Espíritu Santo. Jesucristo dijo: El Espíritu del Señor está sobre mi, por cuanto me ha ungido. Como Cristo recibió la unción, yo también he recibido la unción, es la unción del Espíritu Santo, el Espíritu Santo está sobre mi.

«A ordenar que a los afligidos de Sion se les dé gloria en lugar de ceniza, óleo de gozo en lugar de luto, manto de alegría en lugar del espíritu angustiado; y serán llamados árboles de justicia, plantío de Jehová, para gloria suya». Isaías 61:3 Tenemos que declarar la Palabra de Dios, Jesucristo echo fuera demonios por el Espíritu Santo. «Pero si yo por el Espíritu de Dios echo fuera los demonios, ciertamente ha llegado a vosotros el reino de Dios». Mateo 12:28 Jesucristo desde que se bautizo no le dio ventaja al diablo, siempre estuvo avanzando hasta llegar a la cruz, el mundo creyó que la muerte de Jesucristo era el final, cuando era el comienzo. El Espíritu Santo lo resucitó.

«Mas vosotros no vivís según la carne, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora en vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él. Pero si Cristo está en vosotros, el cuerpo en verdad está muerto a causa del pecado, mas el espíritu vive a causa de la justicia. El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios». Romanos 8:9-10, 16 La salvación es un traslado espiritual territorial. «con gozo dando gracias al Padre que nos hizo aptos para participar de la herencia de los santos en luz; el cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado Hijo». Colosenses 1:12-13

«Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios». Romanos 8:14 Hay dos clases de hijos. «En esto se manifiestan los hijos de Dios, y los hijos del diablo: todo aquel que no hace justicia, y que no ama a su hermano, no es de Dios». 1 Juan 3:10

La resurrección de Cristo es el fundamento de nuestra fe.

«Y si Cristo no resucitó, vana es entonces nuestra predicación, vana es también vuestra fe» 1 Corintios 15:14

Y somos hallados falsos testigos de Dios; porque hemos testificado de Dios que él resucitó a Cristo, al cual no resucitó, si en verdad los muertos no resucitan. Porque si los muertos no resucitan, tampoco Cristo resucitó; y si Cristo no resucitó, vuestra fe es vana; aún estáis en vuestros pecados. Mas ahora Cristo ha resucitado de los muertos; primicias de los que durmieron es hecho» 1 Corintios 15:15-17, 20

Las fiestas de Dios en primavera (Levítico 23)

  1. Fiesta de la Pascua
  2. Fiesta de panes sin Levadura
  3. Fiesta de las Primicias (la resurrección de Cristo)

«Tampoco queremos, hermanos, que ignoréis acerca de los que duermen, para que no os entristezcáis como los otros que no tienen esperanza». 1 Tesalonicenses 4:13 Muchos no conocen las verdad.

«Así que, por cuanto los hijos participaron de carne y sangre, él también participó de lo mismo, para destruir por medio de la muerte al que tenía el imperio de la muerte, esto es, al diablo, y librar a todos los que por el temor de la muerte estaban durante toda la vida sujetos a servidumbre». Hebreos 2:14-15 Antes eramos esclavos del diablo, por el miedo.

«Pero cada uno en su debido orden: Cristo, las primicias; luego los que son de Cristo, en su venida». 1 Corintios 15:23

¿Quién es el enemigo visible a tener en cuenta?

«Luego el fin, cuando entregue el reino al Dios y Padre, cuando haya suprimido todo dominio, toda autoridad y potencia». 1 Corintios 15:24

El diablo está atacando a la familia en la figura del varón a través de adulterio, fornicación, pornografía. «Porque a causa de la mujer ramera el hombre es reducido a un bocado de pan; Y la mujer caza la preciosa alma del varón». Proverbios 6:26

La palabra hablada entra al alma, se posiciona en el corazón y queda atrapada. «Cuando he aquí, una mujer le sale al encuentro, Con atavío de ramera y astuta de corazón. Alborotadora y rencillosa, Sus pies no pueden estar en casa; Unas veces está en la calle, otras veces en las plazas, Acechando por todas las esquinas. He perfumado mi cámara Con mirra, áloes y canela. Ven, embriaguémonos de amores hasta la mañana; Alegrémonos en amores. Porque el marido no está en casa; Se ha ido a un largo viaje. Al punto se marchó tras ella, Como va el buey al degolladero, Y como el necio a las prisiones para ser castigado; Como el ave que se apresura a la red, Y no sabe que es contra su vida, Hasta que la saeta traspasa su corazón. Ahora pues, hijos, oídme, Y estad atentos a las razones de mi boca. No se aparte tu corazón a sus caminos; No yerres en sus veredas. Porque a muchos ha hecho caer heridos, Y aun los más fuertes han sido muertos por ella. Camino al Seol es su casa, Que conduce a las cámaras de la muerte.». Proverbios 7:10-12, 17-19, 22-27 Si Cristo no hubiera resucitado, no hubiera esperanza para el adultero.

«Porque preciso es que él reine hasta que haya puesto a todos sus enemigos debajo de sus pies. Y el postrer enemigo que será destruido es la muerte». 1 Corintios 15:24-25

1. Creer es diferente a saber

CREER es un asunto del ESPÍRITU(Corazón).

SABER es un asunto del ALMA

Podemos SABER y NO CREER como el caso del apóstol Tomas. «Jesús le dijo: Porque me has visto, Tomás, creíste; bienaventurados los que no vieron, y creyeron». Juan 20:29

¿Los apóstoles conocieron de la resurrección de Cristo, por los labios de Jesús?

  1. «Desde entonces comenzó Jesús a declarar a sus discípulos que le era necesario ir a Jerusalén y padecer mucho de los ancianos, de los principales sacerdotes y de los escribas; y ser muerto, y resucitar al tercer día». Mateo 16:21
  2. «Estando ellos en Galilea, Jesús les dijo: El Hijo del Hombre será entregado en manos de hombres, y le matarán; mas al tercer día resucitará. Y ellos se entristecieron en gran manera». Mateo 17:22-23
  3. «Subiendo Jesús a Jerusalén, tomó a sus doce discípulos aparte en el camino, y les dijo: He aquí subimos a Jerusalén, y el Hijo del Hombre será entregado a los principales sacerdotes y a los escribas, y le condenarán a muerte; y le entregarán a los gentiles para que le escarnezcan, le azoten, y le crucifiquen; mas al tercer día resucitará». Mateo 20:17-19

«Cuando pasó el día de reposo, María Magdalena, María la madre de Jacobo, y Salomé, compraron especias aromáticas para ir a ungirle». Marcos 16:1 Estas mujeres vieron morir a Jesús en la cruz, como se acercaba el día de reposo no les dio tiempo de ungir. Cuando llego el primer día de la semana ellas fueron a ungir el cadaver. ¿Habían creído en la resurrección?

«Mas él les dijo: No os asustéis; buscáis a Jesús nazareno, el que fue crucificado; ha resucitado, no está aquí; mirad el lugar en donde le pusieron. Pero id, decid a sus discípulos, y a Pedro, que él va delante de vosotros a Galilea; allí le veréis, como os dijo. Y ellas se fueron huyendo del sepulcro, porque les había tomado temblor y espanto; ni decían nada a nadie, porque tenían miedo. Habiendo, pues, resucitado Jesús por la mañana, el primer día de la semana, apareció primeramente a María Magdalena, de quien había echado siete demonios. Yendo ella, lo hizo saber a los que habían estado con él, que estaban tristes y llorando. Ellos, cuando oyeron que vivía, y que había sido visto por ella, no lo creyeron». Marcos 16:6-11

Los discípulos estaban tristes, de luto. La Palabra no penetro a su espíritu, simplemente llegó al alma. Se les olvido lo que el Señor les había hablado tres veces, de que resucitaría.

«Pero teniendo el mismo espíritu de fe, conforme a lo que está escrito: Creí, por lo cual hablé, nosotros también creemos, por lo cual también hablamos». 2 Corintios 4:13 Jesucristo dijo que de la abundancia del corazón habla la boca, si tu corazón está lleno de mentiras, engaño, odio, resentimiento, amargura, es lo que hemos recibido de afuera, de lo que veo y oigo. Creo lo que hablo, y hablo lo que creo.

«Sabiendo que el que resucitó al Señor Jesús, a nosotros también nos resucitará con Jesús, y nos presentará juntamente con vosotros». 2 Corintios 4:14 Tenemos que estar declarando la Palabra de vida, porque a través de estar declarando con la boca me estoy fortaleciendo en fe.

«Todas las cosas me fueron entregadas por mi Padre; y nadie conoce al Hijo, sino el Padre, ni al Padre conoce alguno, sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo lo quiera revelar». Mateo 11:27

«También vosotros ahora tenéis tristeza; pero os volveré a ver, y se gozará vuestro corazón, y nadie os quitará vuestro gozo. En aquel día no me preguntaréis nada. De cierto, de cierto os digo, que todo cuanto pidiereis al Padre en mi nombre, os lo dará. Hasta ahora nada habéis pedido en mi nombre; pedid, y recibiréis, para que vuestro gozo sea cumplido». Juan 16:22-24 El que ora recibe.

¿Cuando los discípulos creyeron en la resurrección de Cristo?

Cuando lo vieron en la resurrección.

Cada vez que cometemos un error, el Espíritu Santo nos ayudará a confesar todo pecado, arrepentirnos y a clamar al perdón de Dios. «Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu. Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte». Romanos 8:1-2

A los discípulos que no habían creído, Jesucristo les abrió el entendimiento para que comprendiesen la verdad. «Entonces les abrió el entendimiento, para que comprendiesen las Escrituras». Lucas 24:45

Otra caso está con el Apóstol Pablo. «Y un día de reposo salimos fuera de la puerta, junto al río, donde solía hacerse la oración; y sentándonos, hablamos a las mujeres que se habían reunido. Entonces una mujer llamada Lidia, vendedora de púrpura, de la ciudad de Tiatira, que adoraba a Dios, estaba oyendo; y el Señor abrió el corazón de ella para que estuviese atenta a lo que Pablo decía. Y cuando fue bautizada, y su familia, nos rogó diciendo: Si habéis juzgado que yo sea fiel al Señor, entrad en mi casa, y posad. Y nos obligó a quedarnos». Hechos 16:13-15

«Porque de la justicia que es por la ley Moisés escribe así: El hombre que haga estas cosas, vivirá por ellas. Pero la justicia que es por la fe dice así: No digas en tu corazón: ¿Quién subirá al cielo? (esto es, para traer abajo a Cristo); o, ¿quién descenderá al abismo? (esto es, para hacer subir a Cristo de entre los muertos)». Romanos 10:5-7

«Mas ¿qué dice? Cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón. Esta es la palabra de fe que predicamos: que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación». Romanos 10:8-10

Cuando tu predicas de la resurrección de Cristo el infierno se levantará, no todos quieren un cambio de vida, quieren seguir en su pecado. Pero la Palabra no regresa vacía, una persona que ganes para Cristo habrá gozo en el cielo.

«Siendo, pues, linaje de Dios, no debemos pensar que la Divinidad sea semejante a oro, o plata, o piedra, escultura de arte y de imaginación de hombres. Pero Dios, habiendo pasado por alto los tiempos de esta ignorancia, ahora manda a todos los hombres en todo lugar, que se arrepientan; por cuanto ha establecido un día en el cual juzgará al mundo con justicia, por aquel varón a quien designó, dando fe a todos con haberle levantado de los muertos. Pero cuando oyeron lo de la resurrección de los muertos, unos se burlaban, y otros decían: Ya te oiremos acerca de esto otra vez. Y así Pablo salió de en medio de ellos. Mas algunos creyeron, juntándose con él; entre los cuales estaba Dionisio el areopagita, una mujer llamada Dámaris, y otros con ellos». Hechos 17:29-34

Repite está declaración:

Declaro con mi boca que Jesucristo es mi Señor. El es Señor de mi vida, el Señor de mi familia, el Señor de mis bienes y riquezas, el Señor de mi ciudad, el Señor de mi nación. Yo declaro a Jesucristo el Señor de la tierra.

Creo con mi corazón que Jesucristo resucitó de los muertos, creo en su resurrección, y con mi boca lo confieso como Señor, decido creer que Cristo resucitó para nunca mas volver a la muerte. El está vivo y reina dentro de mi, reina dentro de mi cuerpo, en mi corazón.

Yo camino en fe, creyendo en la resurrección de Cristo, y lo que creo hablo, creo en la resurrección y hablo la resurrección de Cristo, hablo la solución al problema, hablo la bendición de Dios, hablo las promesas en Cristo Jesús que son Si y Amén, lo que creo hablo y lo que hablo lo creo, porque hablo la Palabra de Dios.

Hablo palabra a mi cuerpo, porque escrito está: Jesucristo se llevó toda enfermedad y por su llaga he sido curado. Está escrito, es la Palabra, creo en la sanidad en Cristo, creo que Cristo resucitó llevando toda maldición de enfermedad alguna.

Mi cuerpo es el templo del Espíritu Santo, y creo que Cristo está en mi, y con mi boca le confieso mi Señor. Jesucristo es el Señor de todo mi ser, el Señor de mi espíritu, el Señor de mi alma, el Señor de mi cuerpo. Todo mi ser espíritu, alma y cuerpo está bajo el gobierno de Cristo Jesús mi Señor.

Doy gracias al Padre por la salvación tan grande que he recibido en Cristo Jesús, también doy gracias al Padre por la promesa del Espíritu de resurrección, el Espíritu de vida, el Espíritu de Cristo que mora dentro de mi, para conducirme en la vida de bendición, vida resucitada, hablare vida, he creído en la vida resucitada de Cristo, empezare hablándole a mi cuerpo, a mis órganos hablándole vida, hablándole a mi matrimonio vida, a mis hijos vida, hablándole a mi familia vida, hablando a mi ciudad vida, hablando a mi nación vida, yo declaro vida.

Y te doy gracias Padre, gracias Señor Jesús, gracias Espíritu Santo, mi Dios trino y uno, gracias Señor por ayudarme a servirte caminando en fe, lo que creo hablaré y lo que yo hable conforme a tu Palabra es lo que creeré, te doy gracias en el nombre de Jesús, Amén.

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